𝐓𝐇𝐄 𝐓𝐀𝐓𝐓𝐎𝐎 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐒𝐎𝐔𝐋 (𝐑𝐈𝐍𝐃𝐎𝐔 𝐇𝐀𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈)

CAPITULO 18

Himari, con una sonrisa pícara, se acercó a Rindou, moviendo su cuerpo al ritmo de la música. Su trasero rozaba suavemente contra él, provocando una chispa en el ambiente.

– Tienes unos movimientos increíbles – le susurró Rindou, sonriendo de lado mientras la miraba a los ojos.

Himari le lanzó una mirada traviesa, girando sobre si misma para quedar frente a él.

– ¿Te gusta lo que ves? – Preguntó levantándo una ceja.

– Definitivamente – respondió él, acercándose un poco más, disfrutando de la cercanía.

Ella río suavemente, moviendo sus caderas con más intensidad.

...

Ran, con su figura delgada y una sonrisa traviesa, observaba a Rindou y Himari acercarse. La música aun retumbaba en el fondo, pero su atención estaba centrada en ellos.

– ¡Hey Rindou! – exclamó Ran, levantando la mano en un saludo animado –. ¿Cómo estuvo la pista?

Rindou, un poco incomodo, le devolvió la sonrisa, aunque su mirada reflejaba preocupación.

– Estuvo bien, hermano – respondió, ajustandose el mullet –. ¿Tu aquí solo?

Himari, con una expresión de sorpresa, se acercó un poco más, manteniendo cierta distancia.

– No esperaba verte, Ran – dijo con tono educado –. ¿Estas disfrutando la noche?

– Claro, siempre es divertido ver como bailan – replicó Ran, guiñando un ojo.

Himari, entusiasmada, respondió – ¡Es estupendo! Tu hermano es un gran bailarín.

Ran asintió con orgullo y añadió – Si, Rindou es increíble. Pero lo que muchos no saben es que también es un excelente Dj. Es su talento mejor oculto.

Himari, sorprendida, Preguntó – ¿En serio? ¡Eso es genial! Debemos hacer que se presente más a menudo – Ambos rieron, imaginando las posibilidades de una fiesta con Rindou al mando – Ahora entiendo por qué te gusta tanto este lugar, Rindou.

El, con una expresión juguetona, asintió y respondió – Si, la música siempre crea la mejor atmósfera – Ambos compartieron una risa, disfrutando del momento, mientras la música de fondo llenaba el ambiente de energía.

– Así que a eso se debe el mezclador de dj qué tienes en casa – Comentó Himari sonriendo.

– Si, me gusta mezclar música en mis ratos libres. Es una forma de expresarme – explico Rindou.

Ran se levantó de la silla, su figura destacándose entre la multitud. Se acercó a Himari, con una mirada intensa le dijo – ¿Te importa? – mientras hacía un gesto a Rindou para que lo siguiera.

Ella nego con la cabeza, sintiendo una mezcla de curiosidad y preocupación – Adelante – respondió permitiendoles el espacio que necesitaban.

Rindou se levantó con una sonrisa despreocupada, mirando a Himari con complicidad – No tardaré – le aseguró mientras se alejaba de la mesa. La forma en que se movía, con una confianza innata, la hizo sentir un cosquilleo en el estómago. Mientras se alejaban, Himari no pudo evitar observarlos con atención. A medida que se distanciaban, su mirada se centro en los cuellos de ambos hermanos. Alli, en la piel un tatuaje idéntico: Una hoja de Hanafuda, delicadamente trazada, que parecía contar una historia que solo ellos conocían.