"ERES UN OASIS EN EL DESIERTO DE MI EXISTENCIA"
Rindō Haitani (Arco Bonten)
📍Los personajes no me pertenecen únicamente mi OC y personajes EXT.
📍Todos los créditos al respectivo creador de la imagen de la portada.
📍Los personajes son ficticios cu...
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La habitación de Rindou estaba iluminada por la tenue luz de una lámpara de pie, creando un ambiente casi mágico, ideal para la preparación del baile de Halloween. Himari, con su cabello recogido en un moño desordenado, se movía ágilmente entre los frascos de maquillaje y los trajes esparcidos por el suelo. Rindou, sentado en una silla frente a ella, la miraba con una mezcla de admiración y diversión.
Himari se encontraba concentrada en su tarea, aplicando cuidadosamente el delineador en los ojos de Rindou. La luz suave de la lámpara iluminaba sus rostros, resaltando la intensidad de sus miradas. El sentado en la silla, tenía el rostro alzado hacia ella, sus manos colocadas en la cintura de Himari. Ella, de pie en medio de sus piernas, se sentía como una artista lista para presentar su obra maestra.
– Así que, ¿Sexy vampiro, eh? – dijo Rindou con una sonrisa traviesa, mientras ella le pasaba una brocha por el pómulo.
– Exactamente – respondió Himari, sin dejar de trabajar –. Tienes que lucir irresistible. Este es el baile de Halloween, ¡No podemos decepcionar!
Rindou soltó una risa, inclinándose un poco hacia adelante, lo que hizo que sus rostros estuvieran aún más cerca.
– ¿Y que tal si en lugar de vampiro, me disfrazara de... no sé, un plomero sexy? – bromeó, arqueando una ceja.
Himari no pudo evitar reírse, sacudiendo la cabeza.
– Eso sería un desastre. Imagínate, todos los demás disfrazados de criaturas de la noche y tú con un overol y una llave inglesa.
Rindou, con una sonrisa pícara, respondió – Bueno, al menos podría arreglar cualquier fuga... de pasión.
Himari se detuvo un momento, sorprendida por la audacia de Rindou. Sus mejillas se sonrojaron mientras continuaba aplicando el maquillaje, creando un vampiro sofisticado.
– O podríamos ser un par de fantasmas – Sugirió él, haciendo gestos con las manos como si estuviera flotando –. Solo con sábanas blancas y ojos cortados. Muy original, ¿No? ¡Mira, así seré el más espeluznante! – dijo riendo.
– ¡Por favor! – exclamó ella, tratando de contener la risa –. Eso es tan cliché – Himari con una sonrisa pícara, lo observó y respondió – Pero Rindou, si te pones eso, no podrás lucir tu hermoso cabello ni tu apuesto rostro.
Rindou se detuvo, se llevó una mano al cabello tocándolo, con una expresión pensativa dandose cuenta de que tenía razón – Tienes razón, Himari. No puedo ocultar mi mejor atributo – admitió, mientras ambos reían.
La conversación dejo claro que, aunque la idea de los fantasmas era divertida, Rindou prefería destacar su apariencia.
– Tienes un punto. Pero, ¿que tal si me disfrazo de un príncipe encantado? – dijo, con un tono melodramático –. Con capa y todo.
