CAPITULO 19

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Himari se encontraba en su habitación, rodeada de la comodidad de su hogar en Yokohama, pero su mente estaba lejos, en el phenthouse de Rindou. Giró frente al espejo, ajustándose el vestido que había elegido con tanto esmero. El reflejo de su vestido negro profundo la hacía sentir poderosa y elegante. La tela caía suavemente hasta sus rodillas, mientras la abertura en su pierna le otorgaba un toque de audacia. El escote acentuaba su figura con gracia, evocando la imagen de una princesa de cuentos. Recordaba su infancia, cuando cada vestido era un pasaporte a un mundo de fantasía, donde podía ser quien quisiera. En ese momento, entre la luz suave de su habitación y el eco de sus sueños, se sentía lista para conquistar el mundo.

Sin embargo, a pesar de su apariencia, una sombra de preocupación la envolvía. La herida de Rindou aún no sanaba del todo, y su corazón se apretaba al pensar en él.

Mientras se aplicaba un poco de perfume, su mente viajaba a la imagen de Rindou, preparándose para la cena. Sabía que, a pesar de su estado, el no podía resistirse a la idea de estar rodeado de sus colegas, de mostrar que estaba bien, de mantener la imagen de un hombre fuerte. Pero Himari sabía la verdad; la herida en su abdomen era un recordatorio constante de lo frágil que podía ser la vida.

La forma en que evitó el tema la inquietaba. Se preguntaba si realmente había sido un accidente o si había algo más detrás de su herida.

Decidida, tomó su teléfono y marcó el número de Rindou. El tono de llamada resonó en la habitación, y su corazón latía con anticipación. Cuando finalmente escuchó su voz, una mezcla de alivio y preocupación la invadió.

Rindou contestó la llamada con un tono seductor, su voz aún marcada por el cansancio de la recuperación - Señorita enfermera, ¿es usted? - bromeó dejando escapar una leve risa.

Himari sintiendo la tensión en el aire le respondió con un tono juguetón - Solo estoy asegurándome de que no se pase de la raya con las medicinas. ¿Has tomado tus medicamentos? ¿Has cambiado tus vendajes? - Preguntó, tratando de sonar firme, aunque su voz temblaba ligeramente.

- Por supuesto, Hermosa - respondió Rindou, con un tono juguetón que la hizo sonreír - No puedo soportar otro minuto sin ti a mi lado. Pero, ¿Qué tal si me dices como te ves? Estoy seguro de que estas deslumbrante.

Ella con un tono juguetón, respondió - ¿Ansioso por verme? No te preocupes, tengo un atuendo que te dejará sin palabras.

Rindou sintió un escalofrío de anticipación - ¿Un escote, quizás? - Preguntó, intentando ser atrevido.

- Tal vez - Contestó Himari con una risa coqueta. Himari sintió que sus mejillas se sonrojaban - No se trata de mi, Rindou. Se trata de ti. Necesitas descansar, y no deberías estar en esa cena - dijo intentando sonar seria.

- No hay manera de que me pierda esta cena. Verte es lo que más me motiva.

Finalmente ella cedió, sabiendo que no podía cambiar su naturaleza - Está bien, pero te estaré vigilando. Prometeme que no harás nada imprudente.

- Lo prometo - dijo él, y aunque sus palabras eran tranquilizadoras, Himari no podía evitar sentir que había más en juego.

...

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𝐓𝐇𝐄 𝐓𝐀𝐓𝐓𝐎𝐎 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐒𝐎𝐔𝐋 (𝐑𝐈𝐍𝐃𝐎𝐔 𝐇𝐀𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora