CAPITULO 8+18

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Rindou y Himari entraron por una puerta enorme de color negro, adentrandose en la habitación pomposa y provocativa qué se extendía ante ellos

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Rindou y Himari entraron por una puerta enorme de color negro, adentrandose en la habitación pomposa y provocativa qué se extendía ante ellos. La joven pareja se detuvo en el umbral, observando con asombro la magnífica cama cubierta de sábanas rojas y las paredes decoradas con una variedad de objetos para utilizar en las prácticas BDSM.

- ¿Has practicado alguna vez BDSM? - Preguntó Rindou, su voz ronca resonando en la habitación.

Himari negó con la cabeza, sintiendo un cosquilleo de nerviosismo y exitación recorrer su cuerpo - He escuchado acerca del tema, pero nunca lo he puesto en práctica - murmuró Himari mientras caminaba hacia una pared llena de látigos diferentes y tomando uno en sus manos.

Rindou se acercó por detrás de ella, y ella sintió el bulto de su entrepierna presionando contra su trasero. Un escalofrío recorrió su cuerpo mientras se giraba para enfrentarse a él, lamiendole los labios con la punta de su lengua.

- Veo que usted es un sádico, señor Rindou - Susurró Himari con una sonrisa traviesa en los labios, se dedico a deshacer el nudo de la corbata de Rindou. Sus dedos ágiles y delicados se movían con precisión, desatando la seda con facilidad. Luego, con una mirada pícara, desabotonó la camisa de Rindou, deslizándola por sus brazos con movimientos suaves y lentos. Rindou la observaba con intensidad, sin apartar la mirada de sus manos.

Con una sonrisa traviesa, Rindou dejó que ella le quitara la camisa, revelando el tatuaje que adornaba su esculpido torso. Himari se inclinó para examinarlo de cerca, sintiendo la piel de ella misma erizada ante la anticipación de lo que estaba por venir.

- Y mi Señor necesita una sumisa - continuó ella.

El la observaba con deseo mientras ella se acercaba a él, comenzando a lamer su tatuaje en el pecho subiendo lentamente. Por el cuello hasta llegar a los labios de Rindou que unieron en un beso apasionado, sus lenguas entrelazándose en una danza intensa. Pero la lujuria pronto dio paso al deseo de explorar más allá de la superficialidad. Rindou deslizó sus manos por el cuerpo de Himari, explorando cada curva con avidez.

Sus manos hábiles desabrocharon el vestido de Himari, dejandolo caer en el suelo, revelando su cuerpo semi desnudo embalado en lencería negra. Rindou no tardó mucho en pasar sus traviesas manos por el trasero de ella, apretujándolo y acariciándolo con desesperación.

– ¿Estas segura de que quieres hacer esto, Himari? No quiero que te sientas presionada o incómoda en ningún momento.

– Confío en ti. Rindou. Se que me cuidarás y que juntos exploraremos un nuevo mundo de sensaciones.

– Está bien, pero si en algún momento te sientes mal o quieres detenernos, solo dímelo y lo haremos.

Himari asintió con determinación mientras el Haitani la miraba con ternura. Habiendo decidido adentrarse juntos en el mundo de BDSM para explorar nuevas formas de placer y conexión. El Haitani estaba ansioso por experimentar con Himari.

𝐓𝐇𝐄 𝐓𝐀𝐓𝐓𝐎𝐎 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐒𝐎𝐔𝐋 (𝐑𝐈𝐍𝐃𝐎𝐔 𝐇𝐀𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora