Sexy Bitch - Lando Norris

𝕽𝖊𝖜𝖗𝖎𝖙𝖊 𝖙𝖍𝖊 𝕾𝖙𝖆𝖗𝖘

Después de unos días de prácticas y clasificación, mi equipo había obtenido la pole. Obviamente, ¿quién más sino nosotros? Esto nos daba una ventaja colosal para la carrera. Nuestros tiempos eran los mejores, como siempre. El segundo lugar lo ocupaba Max, seguido por Charles y Piastri, pero vamos, ¿realmente pensaban que podían alcanzarme?

La carrera comenzó y yo lideraba cada vuelta, entradas a pits en tiempo récord, estrategias dignas de un genio. Era prácticamente un paseo en el parque, sin ninguna interrupción.

—Lando a Box— sonó por la radio.

—¿Box? Estos neumáticos aún pueden aguantar cinco vueltas más— respondí con confianza.

—BOX NOW—

—¡Maldición!

Había hablado demasiado pronto. Esa parada en boxes me costó cinco eternos segundos, y Max empezó a liderar. ¿Cómo es posible?

—¡Carajo, pero qué demonios están haciendo!— grité, furioso.

—Lo siento, la rueda no encajaba— fue la respuesta.

—¿Lo siento? ¡Lo siento mis huevos!

Salí disparado intentando recuperar el tiempo perdido. Había quedado sexto, y me sentía frustrado después de haber tenido la victoria tan cerca. Pero bueno, esto no ha terminado, aún pueden presenciar la remontada épica de Lando.

—¡Vamos Lando, no te rindas, tú puedes!— la voz de Stella irrumpió desde la radio con un tono alentador.

—¿Eh? ¿Stella?—

—Recuerda, ataca con todo, sé que lo harás bien. Ese Max solo es un corredor más, tú eres el campeón aquí—

Sus palabras me llenaron de energía y lo que llevaba por dentro lo tomé como motivación. Comencé a realizar los adelantamientos, uno tras otro, dejando atrás a varios pilotos. Ya estaba en segundo lugar, y comenzó una intensa lucha por la posición con Max.

—¡Este tipo no me deja pasar! ¡Maldita sea!—

—Copy, Lando—

—¿Quién le enseñó a conducir a ese tío?—

—Copy, te escuchamos—

La adrenalina corría por mis venas. En un giro inesperado, Max cometió un error y salió de pista. Aproveché al instante y lo pasé. Las banderas amarillas se levantaron, pero rápidamente se retiraron ya que el incidente no fue grave.

—¡P1 Lando! ¡Vamos, solo quedan unas vueltas más!—

Con la pista despejada frente a mí, sentí una oleada de triunfo. Ahora era cuestión de mantener la cabeza fría y el coche en la pista.

—¡Eso es, Lando! ¡Ahora mantén esa posición!— Stella sonaba tan emocionada como yo me sentía.

Cada vuelta era un paso más cerca de la bandera a cuadros. Podía sentir la presión de los otros pilotos detrás de mí, pero no iba a dejar que eso me afectara.

—Última vuelta, Lando. Solo mantén todo bajo control— me recordó Stella.

Y así lo hice. Atravesé la línea de meta con el corazón latiendo a mil por hora. Había ganado. A pesar del contratiempo en boxes, había logrado salir adelante.

—¡Victoria! ¡Gran trabajo, Lando!— el equipo estalló en júbilo por la radio.

Mientras bajaba la velocidad y me dirigía hacia el parque cerrado, no podía evitar sonreír. Había sido una carrera difícil, pero las dificultades solo hacían que la victoria fuera aún más dulce.