𝕱𝖊𝖙𝖎𝖘𝖍

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—¿Has dormido bien? —pregunté viendo a Stell desayunar.

—Sí, un poco. Hizo un poco de frío, pero no fue mucho —respondió ella bebiendo café.

—Me hubieras despertado y te pasaba algún cobertor o te hubieras acercado a mí... ya sabes, para calentarnos. Tampoco tenías que aceptar, o si no quieres, no hay problema —dije algo nervioso y carraspeé al final.

Stell solo se rió y asintió.

—Tranquilo, no importa. Igual, si en la noche hace frío, yo te aviso para que me des un cobertor —ella se levantó y fue hasta el lavabo para lavar el plato.

Yo la seguí con la mirada, pero luego de un rato volteé y me centré en el celular.

—¿Dónde están todos? —preguntó secándose las manos.

—Están en la piscina. Yo me quedé esperando a que te levantaras para luego ir con ellos.

—¿Cómo? ¿Qué horas son? —ella preguntó confundida.

—Las 10:25 am —respondí de manera tranquila.

—¡Pero cómo me has dejado despertar tan tarde! Pensé que eran las 8 —ella comenzó a desesperarse un poco.

—Tranquila, ¿sí? estamos aquí de paseo, para relajarnos. No pasa nada porque te despiertes tarde —le dije tranquilamente mientras la miraba.

—Ya, pero... tampoco me quería levantar tan tarde. He perdido casi toda la mañana...

—No has perdido toda la mañana y de verdad no te sientas mal por eso —suspiré—. ¿Por qué mejor no vas y te cambias para ir a la piscina? ¿Qué opinas? —la miré de manera más animada.

—Está bien... trataré de no demorarme —ella salió de la cocina para ir a las habitaciones.

Yo me quedé en la cocina esperando a que ella bajara, el tiempo que sea necesario.

POV STELLA

Cuando iba subiendo las escaleras, podía sentir a alguien detrás de mí. Por un momento llegué a pensar que era Lando, hasta que sentí que alguien me jaló de los brazos y me metió en un pequeño armario. Mi cabello cayó en mi cara y, al quitármelo, me quedé sorprendida: era Charles. Estaba muy cerca de mí, con los brazos cruzados y una sonrisa bastante coqueta.

—Nos vemos de nuevo, Stell —dijo él de manera burlesca.

Él me acomodó el cabello detrás de las orejas y me miró de pies a cabeza. Mi mirada se clavó en sus ojos; había poca iluminación, solo una pequeña ventana por la cual entraba poca luz.

—¡Joder... Charles... el susto que me has dado! —me puse la mano en el pecho para calmarme.

—¿Te he asustado? Qué pena... no era eso lo que quería —me dijo mirándome con coquetería.

—Ya... está bien. Igual prefiero que hubieras sido tú y no un fantasma —sacudí mi cabeza de manera nerviosa—. Quiero decir, prefiero que sea un humano a un fantasma, me dan miedo.

Charles se rió y mordió su labio.

—Te ves tan bonita cuando te pones nerviosa —me decía sin quitar el contacto visual.

—No... no estoy nerviosa. Solo fue el susto, eso es todo. Me tomaste por sorpresa —como estaba hablando fuerte, Charles me puso su mano en la boca para que guardara silencio, haciendo que su cuerpo se juntara con el mío sin dejar espacio entre los dos.

—Shh... shh... shh... no queremos que nos escuchen, ¿o sí? —decía él murmurando suavemente.

Yo negué con la cabeza, aún mirándolo a sus hermosos ojos. Maldita sea, ¿por qué tiene que tener unos ojos tan hermosos?

Sexy Bitch - Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora