Ser piloto de F1 es realmente increíble: dinero, lujos, viajes y admiradoras por doquier. Sin embargo, a veces es necesario tomar un breve respiro de todo eso.
Lando lo entiende bien; más allá de las pistas, disfruta de su tiempo libre como DJ, sie...
—¿Qué tienes pensado hacer en Londres?— preguntó con curiosidad.
Lando miraba desde la ventana del JET. Hace dos noches dormimos muy juntos, el día siguiente pasamos todo el día muy cerca, salimos a comprar algunas cosas que él necesitaba, tomamos algo, bailamos en la noche. Y ahora, ahora estamos en un JET rumbo a Londres.
Lando se ha portado muy bien conmigo, desde aquel incidente en la habitación hasta el incidente con mi ex en aquella cafetería. Él ha sido muy diferente, y no es algo que me moleste, porque de hecho, sería mucho peor tener que soportar su muy mal comportamiento hacia mí.
—Estaré... bueno, estaremos en la casa de campo de mis padres, vendrán algunos pilotos: Charles, Pierre, Max, Carlos. Carlos traerá a su novia, al igual que Pierre y Max— comentó él, aún sin quitar su vista de la ventana.
—Entiendo... ojalá llevarme bien con ellos. Al menos con Carlos y su novia me llevo muy bien— respondí con esperanza.
—Sí, a ellos les caíste muy bien... incluso a Charles, yo diría que muy bien. Tiene los ojos puestos en ti— Lando giró su cara y me miró.
—¿Qué quieres decir con 'los ojos puestos en mí'?
—Le gustas— dijo sin rodeos.
Yo me quedé en shock, mi rostro se puso rojo... —Entiendo... qué bien. Supongo, no sé cómo tomarme eso.
—Sí, igual Charles es un buen partido, tengo que reconocerlo. Es un buen amigo mío—
—Me imagino— me quedé viendo a Lando, el cual se veía muy serio.
—Iré al baño— él se levantó y fue hasta el baño, yo me quedé pensando en lo que me había dicho.
Saqué mi celular y entré a mi cuenta de Instagram para buscar su perfil, me di cuenta que me seguía, así que le devolví el Follow.
Me quedé un buen rato observando sus fotos, stories, cualquier cosa con tal de mirar más su perfil.
<Pues... igual no está tan mal, no es feo...> pensé para mí misma, con una sonrisa tímida en los labios.
Lando regresó y se sentó nuevamente frente a mí.
—Espero que el viaje no sea muy largo— dije, intentando ocultar mi nerviosismo.
—No te preocupes, será un vuelo tranquilo y en unas horas estaremos allí— respondió Lando, con una voz que intentaba ser reconfortante.
—Y... ¿ellos se quedarán toda la semana en Londres?— pregunté, intentando sacar tema de conversación.
—Sí, todos... nos iremos juntos hasta el próximo fin de semana. Ellos lógicamente se irán en otros vuelos, nosotros pues, juntos. ¿Sí?— respondió él.
—Claro, sí, sí. Entiendo— miré mi celular nuevamente.
—¿Puedo tomarte una foto?— me preguntó él, y yo lo miré un poco confundida.
—Sí, claro, no veo por qué no— extendí mi celular.
—Pero lo haré con el mío, ¿está bien? Puedo pasarte la foto después si gustas— propuso.
Yo me reí nerviosamente y procedí a acomodarme para que él me tomara la foto.
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