Capítulo 2. ¿Otra vez tú?

135 9 3
                                    

Que Paul había tenido unas primeras malas semanas de trabajo era innegable. Bueno, lo cierto es que el primer día había sido el peor sin duda, entre los clientes que le habían tocado y también el estropicio que le habían hecho en la moto... El chico solo tenía ganas de que llegase el jueves universitario para salir de fiesta con sus amigos.

Paul trabajaba por las tardes en la tienda de alimentación, mientras que por las mañanas se dedicaba a la producción musical. En pocos meses y tras colaborar con una artista emergente se había hecho algo de nombre en la industria, pero no lo suficiente todavía como para abandonar aquel trabajo a tiempo parcial que había conseguido.

Por fin lo que tanto había estado deseando, el jueves universitario, llegó y con ello la fiesta.

Lucas y Naiara, amigos de Paul, subían hacia la tienda cuando le pillaron justo cerrando el local. Su intención era ir a cenar primero y luego salir a alguna discoteca de la zona.

Una vez terminaron de cenar se decidieron por un pub que estaba cerca del kebab donde habían cenado. Una vez entraron pidieron sus respectivas bebidas y comenzaron a disfrutar de la noche.

En otra parte de la ciudad, dos amigos bajaban de su piso para salir también de fiesta.

Álvaro no sé como en pleno Noviembre puedes llevar un crop top - dijo Bea.

A lo que el chico respondió: cuando el outfit es bueno mi querida lesbiana, el frío es mental.

Llegaron al pub entre risas por los comentarios del chico y se dirigieron a pedir sus respectivas bebidas.

La noche avanzaba y se lo estaban pasando en grande. Álvaro en un momento dado decidió salir a fumar y cuando entraba de nuevo al local y dirigiéndose a la barra chocó con un chico provocando que el cubata que se acababa de pedir acabase en su camisa.

Cuando levantó la mirada a ver el rostro de la persona con quién había chocado, se encontró con un cabello rubio y un rostro visiblemente enfadado y familiar.

Paul ante la mirada atónita del contrario y no creyéndose su mala suerte y tampoco la torpeza de aquel chico que tenía delante solo dijo:

- ¿Otra vez tú?

Au Polvoron. Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora