Au Polvoron. Tenías que ser tú.

Capítulo 9. Deja vu.

Álvaro llevaba unas cuantas copas cuando decidió ir al baño a refrescarse y despejarse. Había salido a fumar hacía un rato pero ese tiempo de descuento no había sido suficiente para despejar el alcohol. Lo cierto es que no había bebido mucho, tan solo dos cubatas pero algunos de su grupo sugirieron ir a por un chupito que le había sentado algo mal.

No fue consciente en su camino al baño de que cierto rubio le seguía y solo fue cuando escuchó el pestillo de la puerta que se giró para encontrarse con aquel cani que había pasado de parecerle guapo a gilipollas.

Álvaro se quedó mirándole con el ceño algo fruncido al no entender la situación. ¿Qué se suponía que hacía allí aquel chico? ¿Acaso creía que la noche de jueves se iba a repetir?

El rubio en este tiempo que el sevillano pensaba en todas y cada una de las razones que a su mente algo nublada por el último chupito se le ocurrían, decidió hablar.

¿Por qué me ignoras? - dijo Paul sin pensárselo dos veces. Lo cierto es que el hecho de que aquel chico le ignorase le estaba molestando más de lo que le gustaría admitir. Al igual que no le gustaría admitir tampoco que aquella situación traía a su mente recuerdos de otra noche en otro baño, aunque es cierto que en posiciones diferentes.

Álvaro sin comprender al rubio ni sus intenciones frunció todavía más el ceño ante su pregunta y solo consiguió responder con otra:

¿Qué haces aquí? - dijo Álvaro en respuesta.

Paul ante la pregunta del sevillano y con el vívido recuerdo de éste a su merced decidió acercarse a él provocando que Álvaro se pusiese todavía, si cabe, más nervioso.

He preguntado yo antes - dijo Paul mientras aprovechando la cercanía colocaba un rizo que caía en la frente del moreno.

Álvaro se estremeció ante este contacto y aunque enfadado se acercó más al contrario para en su oído susurrar.

Creo que eres tú quién me debe más respuestas - dijo Álvaro y aunque trataba de sonar enfadado lo cierto es que el tono que utilizó fue más bien sugerente.

Esto encendió a Paul quién sin dudar cogió suave aunque fuerte la cadera del contrario acorralándolo contra la pared para posteriormente y mientras dejaba pequeños besos en su cuello decir: - Pregunta lo que quieras nene

Álvaro se derritió ante el mote utilizado por el contrario y cuando estaba a punto de ceder y besar aquellos labios sonaron algunos golpes en la puerta que lo despertaron de la ensoñación de la cercanía del rubio.

Acalorado se deshizo del agarre y abrió la puerta para salir corriendo de allí.

Paul apenas fue consciente de la situación y cuando se giraba hacia la puerta del baño ya había perdido a Álvaro de vista.

Con cara de fastidio dejó paso a aquel baño al chico que había interrumpido una fantasía que llevaba en su mente toda la semana. 

Holi :) ¿Qué os está pareciendo el au?