Capítulo 19. Casa

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Esa madrugada, dos chicos tras salir del pub donde por fin el destino tras días sin verse les había reunido y tras avisar a sus respectivos amigos de que se iban, se besaban por las calles de Granada mientras rozaban sus meñiques y se daban la mano. Pararon en cada portal y en cada bocacalle para besarse profundamente sintiendo el sabor del otro, algo que habían echado de menos en aquellos días. Estaban pletóricos de alegría, jamás se habían sentido así, tan completos, tan en casa, como Paul había dicho. Paul había dicho nos vamos a casa, sin especificar a qué casa pensaba Álvaro, y aunque no conocía la casa del granadino lo cierto es que no le importaba ya que se sentía en casa cuando estaba entre sus brazos.

Aquella noche se entregaron a la pasión que sentían y al amor que en ambos corazones comenzaba a nacer en forma de llama. Se acurrucaron el cama y durmieron juntos plácidamente hasta el día siguiente.

(...)

Los rayos del sol de la mañana iluminaban la habitación de Álvaro. Éste comenzó a desperezarse mientras sentía como Paul le dejaba besos suaves en el pelo. Una vez estuvo algo más despierto dijo: Buenos días, Pablo.

Y Paul, al escuchar su nombre en boca del sevillano pensó que jamás querría que lo llamase de otra forma. Su nombre sonaba bien entre los labios del chico de rizos.

Tras este pensamiento que iluminó su cara con una sonrisa tierna, la sonrisa se convirtió en una vacilona mientras señalaba un papel en la pared del sevillano y le preguntaba:

- ¿Cómo es que tienes mi horario ahí colgado? Te veo pillado nene.

Álvaro en un principio notó como el calor subía hacía sus mejillas y aunque estaba rojo como un tomate decidió contestar a aquello con un beso que de hecho decía que sí, que se estaba pillando del granadino.

Se quedaron remoloneando un tiempo en la cama mientras escuchaban sonidos en la cocina que anunciaban que Bea ya se había despertado. Poco después Álvaro recibió un mensaje de su amiga dónde le explicaba que se iba ya de casa y hablarían la semana siguiente, ya que subía a Madrid a pasar el fin de semana con su familia.

Álvaro escuchó la puerta del piso mientras dejaba suaves besos en el cuello de Paul, el cual estaba lleno de marcas al igual que el suyo por la pasión vivida en la discoteca la noche anterior. Se levantaron de la cama y decidieron irse a la cocina para preparar el desayuno.

Paul abría los armarios entre risas mientras el sevillano tan solo le miraba divertido.

No me puedo creer que no tengas nada para desayunar en esta casa - dijo Paul entre carcajadas.

Y Álvaro le respondió con vacile: bueno, siempre puedes comerme a mí.

Paul sonriendo se acercó al contrario y mientras dejaba un suave beso en sus labios dijo: mmmm aunque suena tentador me temo que tendremos que bajar a la tienda.

Ambos chicos se vistieron y bajaron en el ascensor. Paul sacó sus llaves de la tienda y abrió la verja tras enviarle un mensaje a su jefe dónde le explicaba la situación. Por suerte Manu, era un jefe de la hostia, tal y como el granadino decía, y le dijo que podían acercarse a la tienda sin problema para coger algunas de las cosas que necesitaban.

Una vez en la tienda recorrían los pasillos dónde se habían conocido mirándose embobados mientras tachaban las cosas de la lista de la compra y las iban metiendo en el cestillo.

Una vez llegados al pasillo del azúcar y café. Álvaro llevó su mano a la estantería para coger un paquete de azúcar, lo cual provocó un estruendo en la tienda tras llevarse consigo dos botes de café que rompieron en el suelo.

Álvaro, sonrojado se giró al contrario mientras musitaba un lo siento con la boca pequeña.

Paul le miró con ternura y mientras sonreía solo consiguió decir: tenías que ser tú.

Y así fue como tras recoger el estropicio que el chico de rizos había provocado en la tienda por segunda vez se amaron en el mismo pasillo dónde se habían conocido meses atrás con la sensación de que podrían estar en cualquier parte, pues siempre que estuviese juntos sería: casa.


FIN.



Hola! Espero que os haya gustado este au. Yo me lo he pasado genial escribiendo las personalidades de ambos jaja. ¿Cómo lo habéis visto? ¿Qué os parece el final? Os leo :) 

Au Polvoron. Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora