El piadoso perro guardián.

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⚠️Advertencia: Este capítulo contiene insinuaciones al su*cid!0 por lo que se recomienda discreción al lector.

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Capítulo 6.

El piadoso perro guardián.


Aquello que vieron en la jaula los dejó completamente atónitos.

Dentro un bodoque de no más de 2 años abrazaba a su osito de peluche mientras miraba curioso su entorno.

-Mi Dios, esto tiene que ser una mala broma de tu desaliñado mayordomo.- se lamentó la marquesa.

-¡Explica esto Sebastián!- gritó el conde logrando asustar al niño qué empezó a llorar.

-Imagine que usted querría pronto la cabeza del culpable, así que anoche me dí a la tarea de averiguar quién fue.- por la mente del demonio pasó la imágen de él prácticamente moliendo a golpes a cierto Shinigami de rojiza cabellera hasta que le dijo de dónde salió la bala.

-¡Es un bebé!- gritó la marquesa.

-Y el culpable de la muerte de la señorita.- suspiró. -Su descuidado padre, un vulgar ladrón dejó su arma regada mientras el niño gateaba reconociendo su hogar. El pequeño tomó el arma pensando que era un juguete y se disparó. El resto de la historia la conocen.- abrió la jaula y sin cuidado alguno sacó al niño arrojándolo frente a la mujer y su sobrino. -Aquí está el culpable para que hagan justicia.-

-No pienso matar a un infante. - habló la marquesa presa de su enojo. -¿En dónde está el padre?- el demonio le entrega una tarjeta. -Este es el culpable… Y el que va a pagar la muerte de mi hija.- salió sin poder contener sus lágrimas.

El conde por su parte veía confundido al niño llorar hasta que sintió el metal del arma sobre su mano.

-¿Dé qué se trata esto, Sebastián?- miró la cámara del arma, donde solo había una bala.

-La marquesa no está dispuesta a matar a un inocente niño, pero seguramente usted no tendrá problema alguno. Después de todo no sería del primero que toma su vida, ¿No es así?-

-Ugh…

-Usted pidió a aquél qué disparó la bala y lo traje, solo hágalo, con el padre y el hijo muertos nadie lo podrá culpar de nada.-

Preso de su furia Ciel cargó el arma y apuntó contra el bebé que tan solo lo miró con sus grandes ojos verdes sin saber que pasaba…

Ojos que de inmediato lo hicieron recordar a su esposa y entonces supo que eso no era correcto.

-Ella no habría querido esto.- le entregó el arma al demonio. 

-¿Y qué hago con él?-

-Llevalo a un orfanato o quédatelo,  no me interesa, solo… No quiero que me molesten…

§§§§

Definitivamente el amor lo había vuelto blando, su versión de hace un par de años sin dudar habría tirado del gatillo importando poco que tan solo se tratará de un niño indefenso. Su corazón simplemente no conocía la piedad…

Su yo actual por otro lado…

Se sintió incapaz de hacerlo cuando ese niño lo vió con sus enormes ojos verdes, llenos de luz y esperanza… Le recordaron tanto a los de su querida esposa que no pudo hacerlo y terminó perdonando la vida a un asesino.

Rendido se tumbó en la cama y sin notarlo se quedó dormido, no fue hasta que ruidos provenientes del jardín lo despertaron. Se asomó dispuesto a reñir a sus sirvientes, sin embargo lo que vió, enterneció a su corazón roto.

La vida del viudo Phantomhive.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora