Wonbin no había pensado en ello desde que se había levantado. Para nada, él tenía cosas más importantes que hacer como manejar como corresponde el auto de su madre para llevar a su hermana al colegio.
—¿Por qué tienes cara de perro gruñón?— decía la pequeña Minji—. Sé que no te gusta conducir el auto viejo de mamá, pero al menos es un auto.
La niña se creía una listilla con sus diez años.
—No es eso, cabezona— decía el azabache—. Tengo que salir con unos amigos esta noche y ni siquiera sé si quiero hacerlo.
La niña lo miraba curiosa. —¿Sohee oppa irá? Siempre te diviertes con él. ¿Por qué ahora tan preocupado?
—Eres una metiche, y no tengo que contarte nada —reprendía.
Lo que le faltaba, hacer terapia con una niña.
—Ah, eres insoportable. No sé cómo tu supuesta novia te tolera y no sé qué ve en ti con esa cara de gruñón —sentenciaba de brazos cruzados. — Cuando alguien te gusta debería hacerte sentir todo el tiempo feliz y mareado. Tú te sientes irritante, dile que haga un buen trabajo.
Wonbin abría su boca y la miraba sorprendido. —Ella hace un buen trabajo, estoy feliz, muy feliz. No estoy mareado como tú dices, porque eso ya sería sentirme descompuesto.
—¡No, Wonbin! —decía la niña—. El amor hace que tu corazón se acelere y que tu pulso se vaya por las nubes— decía mirando el techo del auto—. Sientes que flotas y un escalofrío chistoso que comienza aquí— decía tocando la nuca de Wonbin con sus manos pequeñas y frías—. Se desprenda por tu cuerpo y te sientes chistoso y feliz cuando la otra persona solo te está mirando.
Wonbin detenía el auto en la entrada de la escuela, se quedaba viendo a la niña sorprendido y esta lo miraba sonriente.
—¿Alguien te ha hecho sentir así?— preguntaba a su hermanita.
La niña sonreía—. Quizás. Adiós, perro gruñón— soltaba abriendo la puerta del auto y entrando con el resto de los niños.
Wonbin la miraba desde adentro y sonreía sacudiendo su cabeza. Era un personaje peculiar y siempre muy charlatana, igual a su madre. Wonbin tenía un poco de ambos progenitores, a veces era callado como solía serlo su padre y a veces hablaba hasta por los codos como su madre. Le gustaba.
Pero volviendo nuevamente, en el camino, no podía dejar de pensar en lo que la cabezona le había dicho. Sentirse chistoso cuando alguien te gusta mucho. Wonbin no podía recordar haberse sentido "chistoso" cuando conoció a Min-jeong. Si le parecía hermosa de pies a cabeza, por dónde fuera que la viera, la chica era preciosa y cuando comenzaron los coqueteos, lograba poner su polla dura.
¿Eso era la magia cuando eras adulto, no?
Wonbin suspiraba, si tenía que hacer memoria sobre algunas de sus parejas, poniendo su corazón acelerado y un escalofrío en su nuca con su pulso por el cielo y sus pies flotando, se remontaba a su primer amor a sus quince años. Luego nunca más volvió a sentirse igual, pero eso se debía a la inocencia de la edad, ahora todo se basaba en buenos besos de lengua, coqueteos con manoseos y su polla goteando.
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JUNE 28 ✮ WONTON
RomancePark Wonbin lleva una relación de cinco meses y monedas con su bonita y despampanante novia, pero su amistad de más de diez años con Lee Sohee, su descarado amigo gay y una invitación camuflada a la marcha del orgullo LGBTQ+ lo ponen en una inespera...