Wonbin no había recibido confirmación sobre si Anton aparecería en la última cena especial que su madre hacía cada año para juntar familiares y amigos en el festejo de Chuseok. Tampoco había ido al restaurante, ni siquiera para buscar su comida. No sabía nada y le picaban los dedos por escribirle.
Lo peor del día, era que no la estaba pasando muy bien. Había forzado demasiadas sonrisas en dirección a sus tías paternas y primos. Y por supuesto, la cosa podía superarse cuando Choi entraba por esa puerta y era tan bien recibido por todos que su pecho se comprimía y su estómago se cerraba. Había tomado dos botellas de soju y aún no se sentía ebrio.
—¿Por qué la cara de muerto vivo? —decía su pequeña hermana.
Aish, era tan pequeña de estatura que se escabullía muy bien y hacía saltar a Wonbin del susto.
—¡Carajo, Minji! —soltaba tocando su pecho—. ¿Qué quieres?
—¿Por qué estás aquí solo como un perro rabioso? —cuestionaba sentándose a su lado en el escalón de la propia entrada a su casa.
—Porque quizás lo sea —respondía sin tanta explicación.
La niña resoplaba—. Has mirado a la puerta como un demente. ¿Invitaste a una nueva novia? Siempre haces lo mismo cada año —refunfuñaba—. Al menos terminaste con Minyeon antes de Chuseok —se alegraba.
Wonbin resoplaba—. No traigo una novia diferente cada año —se quejaba, pero no la corregía con el nombre.
—Si lo haces —afirmaba Sohee, acercándose a ellos.
Wonbin rodaba los ojos—. Tú cállate.
—¿Quién será tu novio este año, oppa? —decía la niña al rubio.
Sohee sonreía—. Mi futuro esposo se llama SeungHan y está viniendo para acá, es alto y hermoso. No cambiaré luego de él —decía con una sonrisa.
Minji daba palmaditas, Wonbin rodaba los ojos.
—Y quizás venga o no con su mejor amigo —decía Sohee indiferente. Wonbin se ponía tenso, pero no decía nada, Minji en cambio...
—¿Quién es él?
—Se llama Anton —decía Sohee alzando sus cejas. Wonbin le hacía seña que cortara con la charla para que Minji se fuera de dónde estaba.
—¡Oh, yo conozco un Anton! —decía la niña sonriente—. Y es el tipo más caliente que he visto.
Wonbin abría sus ojos enormemente—. Que carajos, ¿De quién hablas? —decía sorprendido por el vocabulario de la niña.
Su hermana parpadeaba sonriente—. De mi futuro marido, de él hablo —decía con seguridad—. Ahora, es un poco grande, pero para cuando sea mayor de edad él se seguirá viendo increíble y yo seré legal. Nos casaremos y tendremos cinco hijos.
—¿Si eres consciente de que tú cargarás con eso en tu cuerpecito, no? —soltaba Sohee horrorizado.
La niña reía—. "Eso" son futuras vidas. Y por ese hombre cargaría diez de ellas —decía con ambas manos y todos sus dedos levantados.
—¡Minji! —soltaba Wonbin horrorizado—. ¿Es un profesor? Le diré a mamá que estás planeando casarte con un viejo verde —soltaba tomando otro poco de su soju.
—Ay, no es un profesor. Es el cliente favorito de mamá y mío —decía alzando las cejas. Wonbin palidecía y se ahogaba con la bebida—. Asqueroso. En fin, mamá siempre le da extra ración de sopa de algas porque le encantan sus ojos y sonrisa.
Sohee hacía muecas de "increíble, estás en problemas", pero el portón de la puerta de Wonbin era abierto por su madre y dos tipos altos y bien parecidos entraban con una sonrisa tímida.
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JUNE 28 ✮ WONTON
RomansaPark Wonbin lleva una relación de cinco meses y monedas con su bonita y despampanante novia, pero su amistad de más de diez años con Lee Sohee, su descarado amigo gay y una invitación camuflada a la marcha del orgullo LGBTQ+ lo ponen en una inespera...