Anton estaba teniendo una lucha interna con su parte racional que adoraba su amistad reciente con Wonbin y el lujurioso oscuro ser que quería devorarse a Wonbin y quitarle todas las dudas como sólo él sabía hacerlo con los hetero-curiosos.
Anton tenía un historial del que no se avergonzaba en absoluto por haber sido deseado, buscado y haber volteado a otros hombres que decían amar los coños cuando en realidad querían una buena polla enterrada en su interior. Pero este era Wonbin. Quizás en un inicio hubiese imaginado poner a este hombre sobre sus manos y rodillas mientras le follaba toda la maldita curiosidad fuera de su sistema, pero ahora este hombre al que conocía un poco y entendía muchísimo mejor, estaba siendo tan condenadamente irresistible y precioso que Anton no quería avanzar con él como lo había hecho con otros.
Pero no podía evitar cuando su mano iba encima de la de Wonbin y lo invitaba a abrir su pantalón para manosear su duro falo y suspirar un gemido de alivio cuando sentía esos dedos enrollarse alrededor de su polla sensible y necesitada, otra vez.
—Joder, tú no deberías-...
—Cierra la boca —pedía Wonbin, sujetándolo de la nuca y comenzando un masaje vertical sobre la erección ajena que se sentía caliente y latente en su mano, familiar como en la madrugada oscura, pero con mucha mejor luz. Él quería totalmente apreciar eso mejor, así que empujaba a Anton sobre el sofá. —Recuestate —decía soltándolo unos momentos y presionando los hombros ajenos contra la superficie.
—Binnie, no creo que... —Anton forcejeaba unos momentos, pero terminaba con su espalda sobre el sofá y un Wonbin caía encima suyo, viéndolo directamente a los ojos y eso le hacía apreciar fácilmente las pupilas ajenas dilatadas.
Wonbin sentía su pulso elevado y su corazón latiendo a mil por horas. Sus labios resecos pedían ser relamidos y lo hacía, notaba justo los ojos de Anton recaer sobre estos y sentía un shock eléctrico ante esa mirada de puro deseo.
—Cállate y déjame hacer lo que quiero contigo ahora —susurraba la voz grave, pegando su frente a la de Anton.
El castaño no podía ser lo suficientemente fuerte para negarse a esa voz mandona.
—Tú vas a arruinarme... —susurraba viéndolo con esos labios carnosos entreabiertos. Wonbin lo miraba unos momentos y pensaba en que jamás le habían dicho algo así. Y jamás lo habían mirado de esa forma tan intensa.
Como si Anton viera su alma a través de esos ojos negros y hermosos. Lo ponía todo tembloroso y deseoso por saber descubrir en que más podrían ser tan buenos el uno con el otro.
—Lo tomaré como un cumplido —decía desviando la mirada hacia abajo, levantando la remera de Anton y dejando libre la mitad de su abdomen y esa polla que era increíblemente más grande ante la luz y era... Wonbin seguía pensando que era atractiva.
Parte de él quería asquearse y sentirse horrorizado, pero no podía. No le nacía el rechazo ante este hombre semidesnudo, aplastado debajo de su cuerpo, jadeando y con una polla que competía con la suya y le parecía la más atractiva jamás vista. Todo en Anton se veía bien.
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JUNE 28 ✮ WONTON
RomancePark Wonbin lleva una relación de cinco meses y monedas con su bonita y despampanante novia, pero su amistad de más de diez años con Lee Sohee, su descarado amigo gay y una invitación camuflada a la marcha del orgullo LGBTQ+ lo ponen en una inespera...