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Pese a que Park, la madre de Wonbin, había recibido el mensaje de Sohee sobre que estaba bien, no había olvidado las palabras de Wonbin

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Pese a que Park, la madre de Wonbin, había recibido el mensaje de Sohee sobre que estaba bien, no había olvidado las palabras de Wonbin. Su hijo había estado bebiendo demasiado aquella tarde y cuando se habían cruzado finalmente en la cocina, Wonbin estaba hipersensible y de su boca salió una frase que la había dejado acongojada el resto de la tarde. Sin embargo, a punto de cumplirse las nueve en punto, Wonbin volvía a casa y encontraba a su madre sentada sola en la cocina, bebiendo su té favorito para los nervios.

—¿Mamá? —su voz, cargada y pesada, era un susurro que la hacía saltar en el silencio de la noche.

—¿Wonbin-ssi? —la mujer se ponía de pie para verlo.

Wonbin no llevaba la misma ropa que ese día. Traía algo más deportivo y relajado. Como buena madre sabía que esa ropa no era de su hijo.

—¿Por qué estás aquí? —preguntaba con un nudo en la garganta—. ¿No te dijo Sohee que estaba bien? —cuestionaba sin verla, camino a su habitación.

Su madre lo seguía—. Me avisó, aún así no estoy tranquila.

—Estoy bien —decía de espaldas a ella, juntando un poco de ropa en un bolso pequeño.

—¿Te vas? —preguntaba la mujer con su corazón latiendo a mil por horas.

Wonbin reía—. No, sólo vine a buscar algo de ropa. Me quedaré unos días en lo de un amigo.

Su madre suspiraba—. ¿Anton?

Wonbin se ponía tenso y la ropa que estaba doblando quedaba allí, colgando de sus manos.

—¿Planeabas decirme?

—¿Decirte qué? Iré a trabajar, sólo me quedaré unos días con él —respondía nuevamente mientras volvía a guardar otro poco de ropa.

—Binnie... —llamaba su madre una vez más, Wonbin suspiraba y se detenía—. ¿Podemos hablar?

El azabache apretaba sus ojos y relamía sus labios, luego pintaba su mejor sonrisa al girar en dirección a su madre—. ¿De qué?

Su madre suspiraba—. Por favor, Wonbin, no pretendas que no saliste corriendo luego de decir algo que te está comiendo por dentro —susurraba las últimas palabras.

Wonbin sentía el nudo en su garganta y sus ojos se llenaban de lágrimas—. Olvida lo que dije, estaba borracho —susurraba, pero su voz fallaba.

Su madre suspiraba y se sentaba en la punta de su cama.

—Choi está durmiendo en el cuarto de huéspedes.

—No te pregunté —decía Wonbin secamente.

Su madre suspiraba y lo miraba—. Creo que entiendo mejor tu repentino resentimiento a tu tío.

—No es mi tío, no es tu hermano, ni era el de... Papá.

—Sigue siendo tu padrino y eso no tiene nada que ver con la sangre, Wonbin. Fue elección de tu padre y mía.

JUNE 28 ✮ WONTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora