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Wonbin llevaba masajeando unos segundos la polla de Anton mientras relamía sus labios, cayendo en la cuenta de lo mucho que estaba babeando por una polla y sentía una corriente eléctrica, una vez más, cuando sentía el primer contacto de la noche i...

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Wonbin llevaba masajeando unos segundos la polla de Anton mientras relamía sus labios, cayendo en la cuenta de lo mucho que estaba babeando por una polla y sentía una corriente eléctrica, una vez más, cuando sentía el primer contacto de la noche iniciado por ese hombre que, tocaba su cabello y lo corría de su frente. Cuando miraba hacia arriba encontraba esos ojos negros intensos mirándolo profundamente.

Anton estaba rígido bajo sus caricias y Wonbin se sentía inseguro—. ¿Lo estoy haciendo mal en esta posición? —preguntaba Wonbin.

Anton reía secamente—. Me estás matando —decía.

Su voz ronca y su mandíbula trabada eran un gran contraste con la suavidad de sus dedos sobre las hebras de Wonbin.

—Quiero chuparte la polla —repetía Wonbin, volviendo sus ojos a la magnífica cosa entre las piernas de Anton. Larga, gruesa, atractiva y dura como hierro—. Lo he pensado toda la semana.

Su toque se volvía más fuerte y Anton gemía, un leve temblor en sus piernas, y mordía su labio inferior, mirando al chico fascinado en sus rodillas frente a él. Ni sus más sucias fantasías se comparaban a este momento.

—Ve con cuidado —decía con sus dedos enredados en el suave cabello de Wonbin—. Me gusta tu pelo —decía con su voz ronca.

Wonbin detenia sus masajes y lo miraba incrédulo—. Me gusta tu polla. ¿Podrías dejar de ser tan suave conmigo? —pedía con sus ojos fijos en Anton.

—No quiero ahuyenta-.... ¡Binnie! —la segunda mano libre de Wonbin apretaba sus bolas y había tirado de su polla dándole una leve advertencia de que iba a durar poco.

—No vas a ahuyentarme. Es increíble que yo tenga que decirte esto a ti, pero déjate llevar, —carajo susurraba ronco con sus ojos negros fijos en un Anton que mordía su labio inferior—. No seas cuidadoso, no pongas excusas por mí, sólo-... Juega conmigo —susurraba acercando sus labios al glande rojo y brilloso de un Anton que aspiraba con fuerza cuando la primera lamida de esa lengua húmeda pasaba por la punta de su polla, curiosa, cautelosa y con sutil presión.

—Mmm... Joder —un susurro bajo y ronco. Una sensación que le había hecho apretar sus ojos y enredar sus dedos en el cabello suave de un Wonbin que sentía el sabor de Anton bailar en su boca.

Su lengua pasando por esa zona mojada y cruda, sobre la abertura de una polla. De la polla de este hombre, lo había hecho sentir como la suya propia se contraía en esos skinnys ajustados, y un gemido se formaba en la parte posterior de su garganta cuando alzaba la vista y miraba a Anton para posar sus bonitos labios sobre la punta gruesa y atractiva.

"Mmm"... Anton sentía sus piernas fallar, Wonbin sentía que su cuerpo había vibrado junto con ese gemido a la par y el glande de esa gran polla en su boca se sentía tan jodidamente bien.

Una polla no debería sentirse tan bien en su boca. Quizás un poco más y lo encontraría aberrante. Así que la miraba, salivando, y se metía más del inicio y sentía esos dedos apretarse en su cabello y el cuerpo de Anton temblar. Oh, un shock de adrenalina y euforia, que lo habían hecho empujar su pelvis en un embiste fantasma desde su posición.

JUNE 28 ✮ WONTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora