Mordiditas「 Freenbecky 」

Décimo novena 𝗺𝗼𝗿𝗱𝗶𝗱𝗮

—¿Cómo estás?

Pregunta la alfa la mañana siguiente. Acaricia la espalda Rebecca dormida a su lado, la cara de Freen es tan incierta como sus sentimientos. La omega gimotea en contra de levantarse, quiere seguir durmiendo.
Da la vuelta y pega su rostro al pecho de su alfa, dónde decide esconderse.

Freen siente cosquillas en su estómago, el aroma de su omega la embriaga, más ahora mezclado al suyo.

—Bonita, despierta.

—Mmh, no, estoy cansada.— Balbucea.

—¿Cómo estás, Becca?— Pregunta.— ¿bebé?

—Duerme más conmigo, Saro. — Se queja.

—Mi celo no tardará en llegar. Ya pedí servicio a la habitación.

—¡Oh! ¿Qué pediste? — Pregunta levantándose.

—No tenías tanto sueño, ¿Eh?.—Se ríe la alfa, pasa la mano por el vientre de la omega quien se retuerce un poco por las cosquillas. —Te pedí waffles, con mucha miel porque necesitas azúcar para tener energía, el celo aún no termina.

—Por eso debo dormir, Freen. Tengo que reponer energía para tu celo.

Le dice. Y vuelve a acostarse y esconder su rostro entre las sábanas, dando una vista maravillosa de su linda carita recién despierta.

—Bien. Te despertaré cuando llegue la comida, ¿está bien?— Le afirma mientras contempla a la tierna omega intentar volver a dormir y sonríe sintiendo su pecho arder.

—Mmhum. Hazme mimos en el cabello, Freen. —La alfa rueda los ojos y sonríe acatando la orden.

━━━━━┅━━━┅━━━

—¿Estás muy cansada?— Pregunta la alfa, el celo había vuelto hace unas horas, y cuando el calor bajó, Becky se abrazó a su pecho y se negó a moverse.

—Sí.— Contesta, pero aun así le deja presenciar su preciosa sonrisa cuadrada, aquella que tiene totalmente enamorada a Freen. — Ya... ¿Ya volvió el calor, Saro?

—No, no, tranquila bebé, descansa, solo pregunto.— Le dice pasando los dedos por su brillante cabello castaño. — Tienes una carita de sueño...

—No tengo tanto sueño, me gusta pasar el celo contigo. Me gusta hacer el amor contigo.

—Estoy feliz de pasarlo contigo también.— Le dice. Toma unos segundos más y suspira. —Lamento que las cosas no resultarán bien. Realmente lo lamento, pensé... Realmente pensé que podría.

—Hey, hey...— Toma su mejilla para que la vea directamente a los ojos y aprieta sus mejillas, sonríe para tranquilizarla y por unos segundos Freen se pierde en esos grandes y expresivos ojos. — Tranquila, está bien, ya lo hablamos Saro.

—No... No está bien, tú realmente querías...— Le dice. — Yo realmente quería.

—Freen, no la necesito. Necesitaba saber que estás aquí, que estás conmigo y que ambas lo intentamos, y así fue. No necesito nada más que a ti.— Asegura.— Eres todo lo que quiero.

Freen se acerca más y deja un beso en su cuello, en la segunda marca fallida.

En esos vestigios de un lazo incompleto, dónde la sangre ya no cae y la cicatrización empieza.

En esa segunda oportunidad que falló y ¿Duele? Duele, su pecho arde y siente a su alfa llorar y sollozar avergonzada.

Al menos era así...

Hasta que escuchó a Becky hablar la noche anterior.

Cuando su alfa estaba llorando y se sentía totalmente humillada, su omega le contaba de lo orgullosa que se siente por ella, mientras le seca las lágrimas y sus almas se rozan aún sin lazo.

Cuando su omega enterró los colmillos una vez más en ella, y por unos segundos, jura haberlo visto todo.

Por unos segundos siente la calma inundar su cuerpo, y de alguna manera... De alguna manera cree haber sentido el corazón de su omega latir a la par del suyo.

Cuando sus cuerpos se unen y siente que sus almas también.

¿Realmente necesitan una marca?

Porque no creen posible sentirse más cercanas.

—Aun así... Becky.

—Tú y yo, Freen, tenemos una marca, y está en tu cuello. ¿Entiendes? Y tú y yo ya lo éramos todo sin esa marca. Somos todo ahora.

—Te amo.

— Te amo.

FIN