Séptima 𝗺𝗼𝗿𝗱𝗶𝗱𝗮

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El calor llega pocas horas después. Ambas acostadas bajo las mantas y sábanas. Con el corazón tan tranquilo que es increíblemente raro.

—Ah... Freen.

Becky siente algo. Siente que está húmeda y caliente. Sientes que su entrada se empieza a contraer y su cuerpo le llama a su alfa. Sobre todo se siente tranquila. Sabe que no está sola, que no pasará el calor en busca de ayuda ni sumida en el llanto.

¿Así se debe sentir un celo con tu alfa? ¿Dónde está el sexo desenfrenado y la desesperación? Lo inunda la calma. No puede esperar por tener a Freen sin embargo, ls desea.

—¿Llegó?— Pregunta. Pero no sabe siquiera si es necesario preguntar. El olor está por todas partes. Dulce, fuerte. Siente el instinto de rodear a su omega con su cuerpo. Siente el deseo y la necesidad cubrirla. Pero ¿Por qué tampoco se siente desesperado?.—¿Cómo te sientes, omega?.— Su alfa está alerta. Está alterado, sin duda, pero en el momento en que pone sus manos sobre el menudo cuerpo de su omega se calma. Escucha a Becky chillar.

—Saro... ¿Puedes tocarme, por favor?

—Ni siquiera necesitas preguntarlo, omega bonita.

Becky está recostada en medio de la cama, Freen estaba ahí hace un segundo, ahora se encuentra sentada admirando a su bella omega antes de empezar a recorrer su cuerpo.

A Becky solo la cubre una playera larga de botones, pensar eso hace a Freen jadear, tan solo verla ahí, recostada, con la ropa suelta y la cabeza ladeada, labios rosas y mejillas sonrojadas por el calor, los ojos cerrados... Simplemente una imagen maravillosa. Contempla la imagen unos segundos, deseado guárdala para siempre.

Y al fin se acerca a tocarla, Becky jadea. Su piel se siente caliente, Freen besa su cuello, besos lentos y húmedos, la hacen chillar, su corazón está tranquilo, incluso no se siente demasiado ansiosa, pero las sensaciones de intensifican.

Freen la hace sentir... Todo. Cómo si cada conexión nerviosa se conectara y las sintiera todas.

Baja por las clavículas, desabrocha el tercer botón y besa ahí, donde el corazón late y sonríe al ver a Freen arrugar las sábanas con las manos. Sí esto apenas comenzó...

—Saro... Yo también.

Guarda silencio de golpe cuando siente a Freen succionar su pezón derecho, todo su cuerpo está caliente, ha estado con Freen antes. ¿Siempre es una experiencia maravillosa? Sin duda, incomparable, tierna y perfecta.

Diferentes. La omega es toda una adivinanza a la hora de hacer el amor. La alfa nunca sabe que esperar, a veces simplemente se siente con ganas de ser mimada, otras veces le gusta demostrar que los omegas también tienen el control.

Siempre hacen el amor con el corazón acelerado, con ganas interminables de sentirse, pero ahora el cuerpo de ambas se siente tranquilo, sienten un calor en el pecho, y aunque sus cuerpos están excitados y ansiosos se sienten con todo el tiempo del mundo.

Freen se despoja de sus pantalones de pijama. Becky abre los ojos también, pues finalmente decidió que no puede dejar de ver a su alfa.

Se pierde ante la imagen frente a sus ojos. Freen tiene una cintura pequeña y espalda fuerte. Se hace agua en su boca solo al recordar que esa alfa es suya. Se levanta un poco y sus manos tiemblan por tocar a su alfa. Freen se sube literalmente a horcajadas de ella y Becky aprovecha inmediatamente para pasar sus manos por su espalda.

—¿Quieres seguir, amor?.

Se asegura la alfa, ni siquiera hace falta una respuesta hablada, pues la omega ya se ha lanzado a sus labios en un beso desesperado, ambos cuerpos gritan por unirse. Y aunque han estado evitando poner atención en la erección de Freen saben que no se está poniendo más sencillo de aguantar.

Freen se posiciona dentro de las piernas abiertas de Becky y las toca mientras la besa. Largas, delgadas suaves y sexys. Puede perderse viendo esas piernas cuando la coqueta omega camina de aquí allá usando solo una camiseta, sabe cómo calentarla.
Las acaricia hasta finalmente llegar a su esponjoso trasero que aprieta y se siente orgullosa cuando su omega se separa de sus labios para jadear.

—Ah, Freen. Me siento muy caliente, por favor, Saro.—Le gustaría seguir jugueteando un poco, pero ambas sabían que tenían toda la noche para eso.—Ahg.— jadea una vez que siente por fin unos dedos tantear su húmeda entrada, entran y salen mientras siente besos en su cintura descender. La otra mano de la alfa va al botón hinchado de la pequeña omega, concentrándose en no desesperarse ella misma para que Becky se sintiera bien.

Pero la omega la conoce, y en medio de jadeos y piernas temblorosas alcanza la erección de la alfa y la acaricia, arriba de abajo, y sonríe cuando la oye gemir ligeramente.

—¿Estás lista?

Pregunta, y la más pequeña asiente entusiasta.
El alfa toma un condón, finalmente del buro a un lado de su cama y lo coloca en su miembro. Por último, deja un tierno beso en su boca y toma con su mano derecha la de su omega.

—Te amo, Alfa.

—Yo también te amo, omega precioso.

Y sonríen, porque es cierto. Se hunde lentamente en ella, viendo a Becky morder sus labios y apretar su mano. Una vez completamente dentro se recarga para volver a dejar besos en su cuello, especialmente admirando el lugar en donde estará en algún momento la marca.

Se mueven lentamente y sin prisas, besándose y disfrutando la una de la otra. Las embestidas son profundas y lentas, los gemidos de Becky son ruidosos como siempre y su voz está cada vez más entrecortada.

—Saro, más.

—Lo que pidas.

Le dice y acelera un poco el ritmo, siente las piernas de la omega moverse y temblar y sabe que casi llega cuando suelta un jadeo más fuerte, ella misma tiembla un poco. Baja su mano entre sus cuerpos para dar atención a su omega y seguir con el ritmo, la ve temblar de placer, la escucha y finalmente...

Se sienten. Y ni siquiera notaron cuando pasó.
El nudo se infla dentro de la omega y se siente llenarse. Y hay una mordida en el cuello.

Se paralizan cuando ven y sienten la poca sangre que emana de la herida pero la alfa sonríe exhausta besando a su omega. Y la omega confundida acepta el beso sin dudar.

Yase preocuparán una vez despierten.

Mordiditas「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora