Mordiditas「 Freenbecky 」

Primer 𝗲𝘅𝘁𝗿𝗮: No a primera vista, pero casi

—Milky.— Habló la omega entrando al pequeño local, aquel que visitaba bastante seguido, y por alguna razón nunca estaba tan lleno como hoy.

La beta caminó hacia ella, con un rostro exhausto y el delantal mal amarrado.

—Ay, Becca, déjame ver si te consigo una mesa, ¿Cuánto tiempo tienes?.— Le pregunta. —Se nos ha descompuesto el clima del salón y estamos todos aquí y es un desastre.

—Tranquila, Fourth se está encargando por hoy, tengo una hora y media tal vez dos si Gemini llega antes —Le dice.— Además puedo comer en el otro salón, no me molestas mucho el clima, un café helado y todo solucionado.

—Pues en la otra sala tengo a un amigo sentado, la cosa es que tengo todas las mesas apiladas en una esquina y es un desorden también porque Love trajo varias mesas para acá.—Le comenta.

—Solo necesito una mesa Milk, pero puedo esperar aquí.

—No, ve. Enseguida voy con la carta también para Freen.

—¿Freen?

—Mi amiga, conócela, es una buena chica, en realidad creo que se llevarían muy bien.

La omega camina hacia el otro salón, es más pequeño, y piensa que es en realidad una suerte que ese haya sido el salón del problema o Love tendría un caos con la gente.

Entra y observa a una chica sentada en la esquina, mesa pequeña con dos lugares y con varios papeles distribuidos por la mesa, como también, y bastante fácil de reconocer para ella, una cámara profesional y su estuche.

—Buenas tardes.

Saluda y recibe la misma respuesta acompañada de una sonrisa bonita de la que supone es una alfa, pues el olor no es demasiado dulce y sin duda es muy perceptible para ser beta.

Es bastante hermosa, sin duda.

Sigue de largo para intentar sacar una mesa de todo el desorden, fallando, empieza jalando una silla que está mal acomodada entre muchas.

—Te ayudo.— Dice la alfa levantándose.

—Muchas gracias.

Y Freen intenta no perderse en esa linda sonrisa que le dedica. Juntas jalan una mesa y Freen se detiene a preguntar.

—No hay de qué.— Le dice. — ¿Cuántas sillas bajo?

—Oh, solo una.

—¿Vienes sola?

—Sí, solo soy yo.

—Oh, podrías comer en mi mesa. —Dice sin pensar mucho.

—¿Eh?

—No, que tontería, lo siento, me iré a sentar por allá.— Se rasca la cabeza y regresa a sentarse.

—No es una tontería.— Responde.—Solo... creí que no estabas sola.

—Oh, lo estoy... Pero puedes comer allá.

—Sí... Sí claro.

—O sea...— Se corrige.— Podrías comer conmigo si quisieras, ya sabes, me encantaría.

La omega sonríe y avanza a la mesa donde la alfa ya está sentada. Aprecia unos pocos segundos las mejillas de la alfa y siente sus propias mejillas sonrojarse un poco ante lo tierna que se ve la tal Freen

—Me encantaría también. — asegura. — Soy Becky, Becky Armstrong. Eres Freen ¿No?

—Oh, sí, Freen Sarocha, ¿Cómo lo sabes?

—Milk me dijo que eres su amiga.

—Ah, entonces conoces a Pansa, que raro no haberte topado aquí antes.