JUICIO

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La victoria de Slytherin los tuvo de buen humor por muchos días, y con junio cerca el clima dejaba de ser nublado, para volverse más caluroso.
Todos querían tirarse en la hierba fresca de los jardines o tomar grandes cantidades de sumo de calabaza bien frío para combatir el clima.

Pero ningún estudiante podía darse el lujo, los más mayores se encontraban preparándose para su EXTASIS (EXámenes Terribles de Alta Sabiduría e Invocaciones Secretas), otros para hacer el TIMO (Título Indispensable de Magia Ordinario).
Y los que todavía no aplicaban para esos títulos debían estudiar para lograr pasar de año, a muchos se les entregó su calendario de exámenes (Granger se la vería especialmente mal).

Toda la guarida de las serpientes se encontraba llena de estudiantes y de material de estudio, alrededor de la chimenea se encontraban varios sentados en los sillones con gruesos tomos y una mesa en la cual había anotaciones de diferentes materias.
En el piso también estaban varios estudiantes con diferentes libros, las áreas de estudio no se encontraban mejor, incluso el área de duelo se encontraba llena de papeles y estudiantes que estaban desesperados por memorizar.

-Grindelwald, ¿me prestas tu libro de Runas? -pregunta Marcus-

-Tómalo -señala con la cabeza el libro-. Puedes quedartelo el tiempo que quieras, no estoy en esa asignatura.

-¡¿Alguien vio mi libro Aritmacia?! -grita un estudiante de quinto-

-Cállate -responde una chica para arrojarle el libro-

-¡Gracias! -responde mientras se vuelve a sentar-

Cuando llego la hora de la cena, Ryan se encontraba siendo alimentado por Draco; hasta que una lechuza de plumaje blanco aterrizó en el hombro del ojiazul. El Malfoy rodó los ojos al reconocer al animal que extendió una nota al adolescente.
Mientras Grindelwald leía, el ojiplata mataba con la mirada a Harry (no era el único); pensando que este iba a solicitar que se reunieran en algún lugar. Contrario a lo esperado, Ryan sólo acarició el plumaje de la lechuza antes de que saliera volando.

Eso significó un poco de alivio para ciertas personas, ya que no podían estar pegados como garrapatas al platinado; internamente festejaron eso.

La semana de exámenes llego, y la gran mayoría de estudiantes estaban nerviosos. En cada prueba Ryan era uno de los pocos que mantenía la calma, en transfiguración no la tuvo difícil, solo debía transformar objetos en algún animal.
Convertir una tetera en una tortuga (incluso se tomó la molestia de ponerle un diseño particular al caparazón), convertir un zapato en un conejo (el animal terminó siendo blanco con una mancha negra en forma de corazón), una trompeta en un ave (la transformó en un guacamayo azul), etc.

Encantamientos tampoco fue muy difícil, pues solo había que hacer encantamientos estimulantes (Blaise fue su víctima) para aprobar. Cuidado de Criaturas Mágicas tampoco fue un reto, pues Hagrid les dejo cuidar un gusarajo por una hora, que al ser un gusano inofensivo no tuvieron que hacer mucho (estaban mejor dejándolos en paz).
El examen de pociones solo se trató de hacer una receta para confundir, tenían que hacer que espesara lo suficiente; cuando Snape paso a revisar solo asintió con aprobación mientras garabateaba una nota perfecta para el ojiazul.

Para el examen de astronomía tuvieron que ir a media noche a la torre más alta, para poder realizar un examen práctico, que consistió en ubicar con su telescopio algunos astros.
Historia de la magia se trató de resolver un examen, había varias preguntas sobre la persecución de las brujas en la antigüedad (especialmente la Edad Media).

En Herbología les tocó hacer un examen bajo el sofocante sol, les tocó sembrar una planta; la profesora se aseguró de observar meticulosamente cada detalle del proceso.
Otro examen que presento fue el de Aritmacia, donde tuvo que realizar un examen mucho más difícil que el resto de la clase; a pesar de eso no tardo mucho en responder y entregar. Para enojo de Granger, la profesora calificó el examen rápido y le dio sus resultados inmediatamente.

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