𝟏𝟒 | only love can hurt like this

689 81 3
                                    

CAPÍTULO CATORCE

[ SOLO EL AMOR PUEDE DOLER ASÍ ]

Clary había tomado su decisión, y Leah había decidido volver al Instituto para cubrirlos a ella y Jace

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Clary había tomado su decisión, y Leah había decidido volver al Instituto para cubrirlos a ella y Jace.

Nada más entrar, se encontró en la sala principal a una mujer rubia que nunca antes en su vida había visto. Inmediatamente dedujo que debía tratarse de la tal Lydia Branwell, la enviada de la Clave de la que Octavia le había hablado.

- Tú debes ser Leannah Wayland - asume acercándose a ella.

- Leah está bien - asiente - Y tú debes ser Lydia Branwell.

- Así es. Si no te molesta que pregunte, ¿dónde están tu hermano y Clary Fairchild? Se me dijo que los tres estaban juntos entrenando.

-Es verdad. En cuanto a Clary respecta, mi paciencia se agota rápido. Por eso es que decidí regresar antes, pero estoy segura de que ellos no tardarán mucho.

- Eso espero. La hija de Valentine no es alguien que debería andar suelta.

- ¿"Suelta" como si fuera un animal?

- Es un peligro - resalta.

- Todos somos peligrosos en algún momento - señala.

Antes de continuarla, Lydia decide que lo mejor es retirarse. Leah rueda los ojos cuando la rubia le da la espalda, suspira y camina en busca de su parabatai.

Sin embargo, cuando pasa por la sala de entrenamiento, captan su atención los fuertes y constantes golpes y jadeos que provenían de ahí. Con curiosidad, decide entrar para ver quién se encontraba entrenando, pero no contaba con que sería Alec.

Y mucho menos contaba con la forma en que lo vería; Sin camisa, despeinado y con la piel brillante por el sudor mientras golpea un saco de boxeo.

<<Ay, santos ángeles...>> Piensa sin poder quitarle los ojos de encima <<Cómo se verá el resto de él si así tiene el abdomen y la espalda...>> Los pensamientos subidos de tono se hacen presentes. Estaba más hipnotizada que la palabra, y también sentía cómo el calor coloraba sus mejilla.

- Leah - saluda agitado al voltear tras sentirse observado.

- Hola. Yo... Ahm... - murmura sin poder dejar de mirarlo - Ya volví.

- Eso veo - sonríe y haciéndola sonreír por los nervios - ¿Estás bien?

- Si, digo, no... O sea... Ay, ya, nada -parpadea rápidamente y mira hacia otro lado.

Necesitaba pensar en otra cosa. En lo que sea, menos en que se él se encontraba semidesnudo frente a ella.

- Te ves muy linda cuando estás nerviosa.

- ¿Qué? ¿Nerviosa? ¿Por qué estaría nerviosa?

Alec solo sonríe y toma su chamarra para ponérsela.

𝐓𝐑𝐈𝐇𝐘𝐁𝐑𝐈𝐃 [Alec Lightwood]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora