𝐓𝐑𝐈𝐇𝐘𝐁𝐑𝐈𝐃 [Alec Lightwood]

𝟏𝟖 | confused hearts

◇ CAPÍTULO DIECIOCHO ◇

[ CORAZONES CONFUNDIDOS ]

El día de la boda de Alec y Lydia estaba a nada de llegar, y Leah no soportaba la idea. De hecho, ni siquiera soportaba la idea de estar en el Instituto mientras todos preparaban el lugar.

Fue por eso que habló con Magnus, y él, encantado, aceptó recibirla en su casa por un par de días.

- ¿Cómo te encuentras hoy, tesoro? - pregunta sentándose a su lado en la cama.

- Igual, o quizás peor. No sé - contesta con la mirada estática en el escritorio.

- No has tocado la comida - Magnus señala el plato en la mesa, el cual estaba intacto - No soy el mejor cocinero, pero la magia lo disimula bastante bien. Te aseguro que no tendrás una intoxicación.

- No es eso - Leah sonríe levemente y por primera vez desde Renwick - Es que... No tengo ganas de comer.

- Lo sé, es un síntoma de corazón roto. Sin embargo, te hace mal. No puedo permitir que te pase algo por no alimentarte como se debe.

- ¿Te ha pasado?

- ¿Qué cosa?

- Que te rompan el corazón y que a esa persona parezca no importarle.

- Si y no - suspira el brujo - Me atrae un chico, se lo dije y... No importa, he vivido por siglos, ya pasará.

- Un chico, ¿eh? - arquea una ceja - ¿Brujo, vampiro...?

- El hermano de Octavia.

- ¡¿Bellamy?!

- Sip - contesta bebiendo el vino de su copa de un trago.

- No sé por qué me sorprende, era obvio que le habías echado el ojo - se encoje de hombros.

El brujo sonríe levemente. En pocos días, ambos habían iniciado una amistad, y eso le hacía bien a Leah. Amaba a sus amigos, pero uno nuevo nunca estaba de más, y era imposible que Magnus no cayera bien.

Un par de horas más tarde, la chica Wayland se había quedado sola en la casa, ya que el brujo había salido. No había dicho a dónde iba ni cuánto tardaría, pero Leah no se encontraba en condiciones de pensar en eso.

- ¿Hola? ¿Magnus? - llaman desde la sala, obligando a la chica a salir de la habitación en la que se quedaba.

- ¿Qué haces aquí? - inquiere.