◇ CAPÍTULO TRECE ◇
[ NO TE OLVIDES DE MI ]
— Cuéntame.
— No quiero meter a Iris en líos.
— Nadie se meterá en líos, lo prometo — asegura Alec — ¿Ese era tu bebé?
— Uno de ellos — sonríe la enfermera — Creo. Ella borra mi memoria. Solo recuerdo pequeños fregmentos...
— Espera, hay... ¿Hay más de ustedes?
— Las mujeres van y vienen. Los bebés son puestos es hogares donde son atendidos, alimentados.
— Por favor, trata de recordar. ¿Dónde se llevó a Leah?
En un oscuro sótano debajo de toda esa gran casa. Esa era la respuesta. Iris la había encerrado ahí, y ahora, Leah recuperaba la consciencia, aunque con un dolor de cuello terrible. Y no era para menos, si se lo habían roto.
Se levanta mientras sus ojos se ajustan a la oscuridad, y una vez de pie, corre hacia la puerta con su velocidad sobrenatural para romperla y escapar. Pero el plan le sale mal, porque la puerta estaba cerrada con magia y lo único que consigue es rebotar y salir disparada hacia atrás. Vuelve a levantarse y esta vez intenta romper las pequeñas ventanas en la parte superior de las paredes, pero Iris sí que había sido precavida, porque esas también tenían magia y era imposible romperlas.
De pronto, una pequeña puerta se abre, y justo cuando Leah cree que tal vez podría usarla para escapar, un horrible demonio la atraviesa. La puerta se cierra detrás de la criatura infernal, y así es como Leah se ve atrapada con pocas opciones para salir.
Mientras tanto, afuera... O bueno, dentro de la casa, Alec confronta a Iris, aprisionándola contra una pared.
— ¿Dónde está Leah?
— Te sugiero que me quites las manos de encima — advierte la bruja.
— ¡¿Dónde está?! — exige saber, furioso.
La bruja enfurece también y lo envuelve con su magia, luego lo lanza contra una pared, hacia el techo, y finalmente lo deja caer al piso, los escombros del techo le caen encima mientras Alec se queja adolorido antes de caer inconsciente.
— Tienes que hacerlo mejor que eso, jovencito — comenta Iris, caminando hacia él con su mano estirada.
Es entonces que se abre una puerta y la pequeña Madzie sale corriendo de la habitación.
— ¡Nana! — exclama ella poniéndose al lado de Alec — Nana, no.
— Oh, hola, preciosa — actúa inocente — ¿Por qué no vuelves adentro? Y no te preocupes, solo juego con el hombre.
— El juego terminó — Isabelle revela su presencia en la escalera.
Jace había visto cuando Leah cortó el cabello de Octavia y no le costó mucho unir los puntos luego de revisar el historial de búsquedas de los archivos del Instituto, por lo que decidió alertar al resto del grupo y los encontraron gracias a una runa de rastreo.
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𝐓𝐑𝐈𝐇𝐘𝐁𝐑𝐈𝐃 [Alec Lightwood]
أدب الهواة❝I can't help but love you. Even though I try not to. I can't help but want you. I know that I'd die without you❞ Las vidas de Leah Wayland y su equipo cambian completamente cuando la hija de Valentine Morgenstern aparece. Mientras buscan los Instru...