—¿Has escuchado del padre Wittebane?— La pregunta fue hecha en un susurro bajo, aun así las paredes del convento la extendieron en eco a las presentes.
—¿Quién?
—El padre Wittebane, él que abandonó la iglesia en sus 20, tendría ahora unos 50 años. Una monja de mayor edad contestó dicha pregunta, era clara la confusión en la novicia, aquella ya era historia pasada dentro de aquel recinto.
—Oi que falleció esta mañana— Continuó la mujer ansiosa de divulgar la noticia —Era bastante joven aún en realidad.
—Escuche que vivía solo en una casa en los suburbios, no se casó, no tuvo hijos ¿Porque habría abandonado la fe entonces?
—Dios trabaja de formas misteriosas— Sentenció la madre superiora, haciéndolas callar de golpe. —Regresen a sus oraciones.
++
La suave brisa matutina revolvió su cabello, la taza de café humeante que sostenía entre sus manos inundaba su entorno de un delicioso aroma.
Desde aquella ventana podía contemplar perfectamente la salida del sol, el cielo iluminandose poco a poco, creando un baile de luz y sombras a su alrededor.
—Estás despierto muy temprano.
La dulce voz de Willow lo regresó a la realidad. La sintió tomar su mano libre, depositando un beso después en su mejilla con adoración.
Hunter sonrió, perdiéndose en sus bellas facciones. Su misma sonrisa, su misma piel tersa, sus deslumbrantes ojos esmeralda, su eternamente joven Willow.
En cambio, él había envejecido, las arrugas habían aparecido, cada día había más canas en su cabello. Aunque la joven le aseguraba que para ella siempre se vería exactamente igual, sabía que no era el caso.
—Tengo una petición que hacerte— Mencionó, fijando sus ojos marrones en el brillo verdoso de los contrarios.
La chica arqueó una ceja pero lo escuchó atentamente, muy en el fondo sabiendo ya a qué se refería.
—Creo que llegó el momento— Si, allí estaba, lo que había temido escuchar.
—¿Estás seguro? aún tienes varios años más por delante y…
—He vivido todo lo que tenía por vivir. Viajé, hice amigos, experimenté, pero me hago viejo, y lo único que quiero es estar contigo para siempre.
Willow asintió, ya lo habían hablado varias veces a lo largo de los años. Si su destino al final era el infierno. ¿No podría tomar el mismo camino que ella?
—No puedo garantizar que nos sirva alimentarnos sólo el uno del otro— admitió ligeramente consternada.
Hunter río por lo bajo, besando su frente con infinita adoración.
—Entonces experimentaremos juntos, siempre juntos, como lo hemos hecho hasta ahora.
La sonrisa que le dedicó fue tranquilizadora, llena de paz. Si estaba decidido no había forma de hacerlo cambiar de opinión.
—De acuerdo.
La súcubo lo soltó, flotando hasta quedar unos centímetros encima de él. Extendió su mano a forma de invitación, alentandolo a tomarla.
—¿Me acompañaras a pecar por la eternidad?
Hubo de vuelta una risa, al tiempo que el hombre sostenía con fuerza su mano. Confiandole su vida entera, y su muerte.
—Mi alma siempre ha sido tuya.
++
Hunter Wittebane murió aquella mañana. El diagnóstico oficial, un infarto fulminante.
Aunque aquellos que pudieron verlo, pudieron notar aquella sonrisa pacífica en su rostro, como si su más grande deseo se hubiera cumplido finalmente.
FIN
Muchas gracias todos por seguir está historia hasta el final
Por seguir conmigo y darle tanto amor
Pero sobre todo gracias a Poly, quien fue quien inicio este AU.
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No nos dejes caer en Tentación
Hayran KurguEl padre Hunter Wittebane siempre ha sido devoto y Fiel a su Fe. Para él, no hay nada más poderoso que su compromiso con el señor. Pero cuando cierta Sucubo aparece cada noche a tentarlo, en la forma de la unica persona que lo hizo dudar de sus voto...