Beso de Suerte ♡ Joe Jonas

♡ Capítulo 28 ♡

Danna

Abril 19 del 2024

De los peores meses de mi vida definitivamente. Me sorprende que mi cuerpo no se haya deshidratado después de llorar tanto. Lo único bueno es que me había cortado el cabello y eso me hizo sentir bien.

Pero, puta, si que lo extraño.

Debería odiarlo por todo lo que me dijo pero la rabia solo me causa llanto, quiero verlo y solucionar las cosas, pero mi mente orgullosa me impide llamarlo. Él tiene que dar el primer paso porque él fue quien me hizo sentir insuficiente. No importaba cuanto me doliera el corazón en el proceso, mi mente aún me repetía que él no me amaba y que nunca fui suficiente todo lo que le di.

Mi corazón y mi mente están en una lucha constante.

Quiero ver sus videos y saber como esta pero he procurado mantenerme alejada desde que, con ayuda de mi perfil de Instagram, toda la farándula pudo afirmar que yo era la novia de Joe Jonas. La verdad no sabía si lo seguía siendo, no me había hablado en un mes y empezaba a pensar que de verdad no fui suficiente y lo mejor que pudo hacer fue buscar alguien más.

Por otro lado, este tiempo me ayudo a buscar sentirme suficiente conmigo misma, estoy impulsándome más por la fotografía que fue la pasión que me heredó mi mamá y decidí dejarle a mi socia más confiable mi empresa de diseño de interiores, aunque ame diseñar no siento la misma conexión como cuando agarró una cámara.

No obstante, tengo mis bajones y me quedo en un ovillo de mantas en mi cama, como ahora, hasta que Santiago llegó como terremoto a brincar en mi cama.

- ¡Tía, arriba, arriba! - gritó -. Es hoy y tenemos que ponernos ¡Di-vi-nas!

Reí al escucharlo, me senté y lo senté en la cama para que dejara de marearme.

- Tu te vas a ver di-vi-na, Santi - ese es nuestro chiste personal -. Pero, te dije que no voy a ir al concierto.

Tal vez estaba evitando volver a verlo pero tenía miedo, miedo de mirarlo a los ojos nuevamente y darme cuenta que ya no siente nada por mi y que todo lo que me dijo era verdad. Me ardía el alma solo de pensar en sus palabras y la forma en que me lo dijo.

- ¡Tía! - protesto -. Por favor, lograste que yo fuera y yo quiero que vayas conmigo ¡Solo con mamá no será tan divertido!

- ¡Soy una mamá muy divertida! - replicó mi hermana desde el otro cuarto y negué divertida.

- Santi, no puedo, de verdad.

- ¡Pero lo extrañas, tía!

- Si, príncipe, pero eso no significa que quiera verlo.

Santiago se dejó caer dramáticamente en el suelo -. Por que las mujeres son tan complicadas.

- ¿Y tú qué sabes de mujeres, pendejo?

Se cruzó de brazos muy serio -. Lo suficiente para saber que debes ir.

- Niño, tienes 6 años.

- Por eso ¡soy un niño grande!

Suspiré, sabía que no me lo iba a quitar de encima. Lo pensé un momento, nuestros boletos no eran para la sección cerca del escenario así que estaría bien, solo lo podría ver en pantalla. No había riesgo de establecer contacto visual ni de desmayarme por su cercanía ¿no? Me resigne y me levanté de la cama.

- A ver, intenso - suspire -. Vamos a arreglarnos pues.

Su rostro se iluminó y me abrazó emocionado.