― Sabes lo que pienso, es tu problema si quieres seguir con eso y negarlo todo.
― ¿Qué sucede?
― Nada, Chan sintió un tirón en un lazo del alma.
― ¿Sabes quién está del otro lado?
― No es algo de lo que quiera hablar con niños, pero sí, lo sé.
― ¿Y cuál es el problema?
― Perdí todo por su culpa, ese es el problema.
― No los necesitas, nos tienes a nosotros.
― No sabes lo importante que es para un lobo como él su manada, nosotros fuimos tirados a un lado del camino, no tuvimos una manada nunca.
― Bueno, es cierto, debe ser muy importante.
― Demasiado importante, en realidad.
― Pero no es culpa suya, estoy seguro de que el pobre chico ni siquiera quería todo eso.
― ¿Y qué? Es una forma de vengarme de su maldito padre.
― Ni si quiera lo han buscado.
― La primera línea es su primo, están seguros que Minho lo encontrará, tiene que hacerlo si no quiere morir, al viejo alfa no le importa su hijo, pero lo necesita.
― Bueno, Han, ve a buscar a Hyunjin y quédate con él, Chan y yo aún tenemos otras cosas de que hablar.
― Pero.
― No, ve con Hyunjin.
― Como digas.
― Los niños son un reto ¿No crees?
― Así parece.
― No lo niegues, Channie, eso te hará mal.
― No lo entiendes, jamás lo harás.
― Bien, haz lo que quieras, pase lo que pase siempre seré tu amigo, nos tienes a nosotros, Han tiene razón, tal vez no seamos una manada, pero te queremos.
― Lo sé, gracias Bin.
― Ahora largo, tengo que seguir con la comida.
― ¿Puedo llevarme un poco luego?
― Claro.
Los niños corrían, molestándose el uno al otro o simplemente jugando.
― ¿No sientes como si alguien no siguiera?
― Cambia y corre.
― ¿Qué?
― ¡Ahora!
Han se perdió entre los árboles, mientras Hyunjin inspeccionaba cautelosamente la zona.
― ¿Quién anda ahí?
― Oh, un niño ¿Estás perdido?
― Vivo cerca ¿Quién eres tú?
― Eso no importa ¿Viste tal vez a un chico rubio con pecas?
― No.
― ¿Y a un lobo negro? Es fuerte, alto, aterrador en cierta medida.
― Tampoco.
― Como sea.
― Hasta nunca, supongo.
Cuando estuvo lo suficientemente lejos, sintió como una pata lo arrastraba hacia un lado.
― ¿Quién es? ¿Lo conoces? Es demasiado aterrador ―Han temblaba y su voz era casi inaudible ―los niños escucharon una rama romperse y un lobo gris apareció ante ellos.
― ¿Otra vez tú? ―Han chilló y Hyunjin se puso delante de él.
― ¿Quién eres?
El lobo gris abrió los ojos en una expresión de asombro puramente humana y retrocedió bajando la cabeza.
― Supongo que no me recuerdas, me llamo Lee Minho, tú debes ser Han Jisung ―el pequeño lobo marrón asintió―. Creciste mucho―. Minho tomó su forma humana y una marca apareció en su pecho, parecía una cicatriz de una herida de garras, garras pequeñas, como de un cachorro―. ¿Esto? Tú lo hiciste ―Han cambió y se acercó a Minho, sí, eran sus garras, pero no recordaba haberlo hecho.
― Sí lo hice yo ―Hyunjin cambió igualmente, pero solo para tener más oportunidad de correr.
― Tenías cinco años, estábamos jugando, Felix, tú y yo, sacaste las garras y lo hiciste porque te enojaste conmigo, ya no recuerdo el motivo, la verdad, creo que nos pusimos a discutir por mi culpa ―Hyunjin se había ido a escuchar la conversación apoyado en un árbol―. Y bueno, luego de ese día no me hablaste por una semana, y después... no te volví a ver.
― La verdad, no sé que pasó antes de los siete años, no lo recuerdo, no sé cuando me quedé solo, pero alguien me cuidó desde entonces, pero, no recuerdo todo, recuerdo tus ojos, solo eso, lo siento.
― No eras de mi manada, solo que te gustaba venir a jugar con Felix, y yo tenía que estar ahí, no sé de donde eras.
― Hyung, ya debemos irnos, Bin hyung no está esperando ―Hyunjin tiró de la manga de Han y lo arrastró hasta la casa, Minho no los siguió, gran error.
Cuando Han y Hyunjin llegaron a la casa, Changbin los estaba esperando con una espátula de cocina en la mano.
― ¿Se puede saber qué los detuvo? ―no levantó la voz, pero se veía sumamente enojado.
― Nos encontramos con un lobo, estaba buscando a Chan hyung.
― ¿Dijo su nombre? ―preguntó Chan.
― Lee Minho, así se llama ―Changbin abrió los ojos en grande y Chan frunció el seño.
― Es el niño con el que ibas a jugar, me lo dijiste cuando tenías fiebre, pensé que delirabas.
― Pues, es real, por lo visto.
― Bien, si lo ven otra vez, no le hablen ―ordenó Chan y los niños asintieron sin entender realmente.
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El cazador | MOON TALES 1 | chanlix
FanfictionUn gran lobo negro buscaba venganza, era una pesadilla viviente, un cazador incanzable, nada iba a detenerlo si se decidía a tomar como pago al pequeño heredero.