(XII)

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Ahora la manada estaba compuesta por 10 lobos, Chagbin y Hanna como sanadores, Minho como soldado, aunque Changbin ocasionalmente ocupaba ese cargo también, Chan como líder y Felix como su pareja y consejero, los cinco cachorros tomarían lugar cuando tuvieran la edad suficiente. 

― Changbin, Minho, sepárense y que nadie los vea, solo es una misión de rescate. 

― Sí líder. 

― Pelear debe ser su última opción, solo si es realmente necesario, no se atacan niños ni ancianos ¿Entendido? 

― Sí líder ―Felix hubiera venido si no hubiera estado enfermo esa mañana. 

― Vayan ―los tres eran sigilosos, Minho porque tenía que cuidar a Felix, Changbin porque no tenía manada y debía cuidarse del bosque, y Chan porque si no lo era, su padre hubiera descubierto que ayudaba a lobos sin manada, y un líder tan cruel como él, no aceptaría eso, así que los tres lobos se adentraron en territorio enemigo, Chan conocía bien los puntos débiles, al igual que Changbin, así que Minho era el que estaba en desventaja.

Tal y como se esperaban, Minho tuvo que asesinar, por suerte no salió herido y pudo seguir, después de todo, estaba entrenado para escabullirse a cualquier lugar.

― Chan, tres lobos se están acercando a ti.

― Lo sé, pero no me harán daño ―el líder sonaba tan confiado, pero Minho no podía confiar―. Quédate donde estás, yo me encargo, Changbin, esto va para ti también.

― Sí líder ―Chan se transformó, dejando atónitos a los otros dos, eso definitivamente lo ponía en desventaja. 

― Líder ―los tres lobos se postraron ante Chan.

― Entonces son ellos.

― Supongo que todos los habían sentido, pero sí, me juraron lealtad antes de que me fuera.

― Sí, sentí que podía comunicarme con tres más, pero no le presté atención.

― Felix lo sabía, todos lo sabían, solo ustedes dos no me escucharon ―y era cierto, solo ellos dos no habían escuchado a su líder.

― Gran error. 

― Hwa, ¿recuerdas a Minho?, era tu amigo, ¿verdad? ―el mencionado se transformó.

― Sí.

― Olvidé que no eras tan sensorial, bueno, salúdalo.

― Amigo, ¿me recuerdas? ―ambos lobos se miraron, volviendo a su forma animal frente a frente, saludándose con un gruñido bajo―. Hermano, ¿qué haces aquí? 

― Volvimos, Jongho sigue ahí adentro, y Yeo y HongJoong están como prisioneros, no podíamos dejarlos ahí.

― Bien, ¿cómo se supone que entrarían?, digo, el único que tiene la flexibilidad suficiente para subir a los arboles es Yunho, sin ofender, pero tendrían que pelear.

― Por algo nos acercamos a ti.

― Bien, Yunho, Changbin, Minho, por los arboles, Mingi, Hwa, por tierra, escóndanse.

― ¿Sabes donde están?

― Vinieron sin un plan ―Chan gruñó, no le sorprendería que a ese paso hubiera tenido que retar al su padre, pero ese no era el plan―. Si fuera como mi padre, ustedes estarían muertos, así que, Hyo Jong, ve con Minho y Yunho, conoces el camino a la casa de Nayeon, Hwa, Mingi, conmigo, los calabozos eran mi segunda casa ―eran parte de los castigos de su padre―. ¡¿Qué están esperando?!, ¡¿invitación de oro?! ―los lobos empezaron a correr, el líder estaba decepcionado, esperaba más de sus antiguos compañeros de travesuras, pero no pensaba dejarlos tirados.

― Chan, hay más guardias, cuento unos diez, y solo en la entrada, los tratan como prisioneros.

― Maldición, mátenlos.

― Los padres de Yunho están entre ellos.

― Tranquilo, ellos dejaron de ser mis padres hace mucho ―Yunho fue le primero en atacar, tres lobos asesinos contra aproximadamente 15 guardias de rango bajo.

― Pero ya deberían haber bajado la guardia.

― No, mi padre lo mantendría un mes más.

― ¿Por qué? 

― Porque así es él, sabía que vendríamos si mantenía a sus chicos aquí. 

― ¿Por qué no retaste a tu padre? 

― Porque tengo miedo, sigue siendo más fuerte que yo. 

― Eso no es lo que yo veo. 

Chan avanzó con los otros siguiéndolo. 

― Más guardias, eso es raro. 

― Una trampa, les dije, sabía que vendrían. 

― Chan, están muertos ―el líder cambió y corrió hacia donde Minhi estaba, con un chico entre sus brazos, HongJoong. 

― ¿Qué pasó, corazón? ―el chico pelirrojo temblaba entre los brazos del lobo―. HongJoong di algo. 

― Yo los maté. 

― ¿Cómo? 

― ¿Cuántos eran? 

― No lo sé ―otra voz habló―. Creo que 40, dijeron que esperaban que el hijo del líder viniera y que seguramente ustedes estarían con ellos ―el chico parecía estar bien, pero eso no detuvo a SeongHwa para empezar a revisarlo. 

― ¿Cómo estás? ¿Te sientes bien? ¿Te hicieron algo? 

― No, yo estoy bien, HongJoong me cuidó, pero ―su mirada se conectó con la de su hermano y este se rompió en llanto. 

El cazador | MOON TALES 1 | chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora