Felix seguía en observación, al igual que el pequeño Jake.
― Minho, ya, cálmate.
― Hannie, déjalo.
― No te metas.
― Silencio, ambos ―la voz de Minho era más como un gruñido.
― ¡Lee Minho! ―la voz autoritaria de Han hizo que Minho se congelara―. Tranquilo, confía en Hanna.
― Felix es como un hermano, no puedo evitarlo.
― Solo confía, él estará bien, es muy fuerte.
― Lo sé.
― Minho ―HongJoong llamó―. Ve con él.
― ¿Puedo?
― Claro.
― Te lo dije, está bien, Joongie hyung ya me lo había dicho antes.
― ¿Cómo que te lo dijo?
― Es mi guardian, me ayuda a practicar y no será permanente ―Minho no dijo nada―. Pensé que debías saberlo, esto también te incumbe.
― ¿Por qué lo hiciste?
― Porque te haría daño y yo no quiero eso, de verdad me importas, ahora vete.
Minho entró en la habitación donde estaba Felix, parecía tan frágil.
― Eres como una cucaracha.
― Pude sentir tu preocupación hasta acá, sofocante ―ambos rieron.
― Me diste un buen susto, mocoso.
― Ya no soy un niño.
― No, ya no, ahora incluso tienes tu propia familia ¿Cuándo creciste tanto?
― Es que te negabas a dejar de verme como un cachorro.
― Sí, aún estoy en negación, una parte de mí aún me dice que debería asesinar a Chan por embarazar a mi niño.
― Sobreprotector.
― Siempre lo he sido y siempre lo seré, eso es obvio.
― ¿Arreglaste las cosas con Han?
― No, creo que incluso están peor, me alejó, me está bloqueando, en parte es para cuidarme, pero se siente mal.
― Trátalo bien, es un buen chico.
― Sí, lo es.
― Gracias.
― ¿Por qué?
― Por seguirme hasta aquí.
― Te seguiría hasta el infierno si me lo pidieras.
― Ve con Han, es una orden.
― Sí señor.
Minho salió del ala médica y encontró a Han sentado contra un árbol.
― ¿Qué haces aquí?
― Quería verte.
― Cambia, vamos a correr.
― No quiero lastimarte, aún es peligroso.
― Cambia, estaré bien.
― ¿Seguro?
― Sí, confío en ti ―un lobo marrón con una mancha rojo sangre en una de sus patas y un lobo gris caminaban juntos―. ¿Desde cuando tienen esa marca?
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El cazador | MOON TALES 1 | chanlix
FanficUn gran lobo negro buscaba venganza, era una pesadilla viviente, un cazador incanzable, nada iba a detenerlo si se decidía a tomar como pago al pequeño heredero.