Felix despertó primero, con un sentimiento de calma en su pecho, cambió a su forma humana y tomó algo de la ropa que Chan había traido hace mucho.
― Despierta.
― Mnn.
― ¿No tienes que irte?
― No realmente, ni siquiera tengo permitido pisar ese lugar.
― ¿Por qué?
― Han es un doncel, es parte demonio, Changbin lo está cuidando y yo soy el único lobo ya casi adulto que conoce, si me aparezco por ahí, pues.
― Oh, ya veo, pero podrías enseñarle a controlarse.
― ¿Yo? No lo creo.
― Sí, tienes parte demonio también.
― Lo mío es un cuarto, es muy diferente.
― Pero igual.
― Bien, lo ayudaré.
― Ahora largo, necesito preparar todo.
― Bien, volveré luego.
― Te espero a la noche.
― Sí.
Chan cambió y corrió hacia la casa.
― Ni un paso más.
― Ya sé, solo quiero ropa y comida, estoy muerto.
― Se nota, cuéntame que pasó.
― Nada, solo estoy cansado.
― Mnn, esa mordida.
― Ok, tal vez, solo tal vez dejé que Felix me mordiera.
― Ah, ya entiendo, bien, ese niño sí sabe jugar contigo, toma, sabía que vendrías.
― Gracias.
― Piensa bien en lo que estás haciendo.
― Ya hablamos de esto.
― Sí, ya, está bien, por cierto, últimamente Hyunjin se ausenta demasiado, habla con él.
― Tú eres más cercano.
― Tal vez, pero creo que tú lo ayudarás mejor.
― Bien, lo haré ¿Algo más, señor?
― No, eso era todo, gracias joven.
Chan se fue riéndose y a mitad de camino cambió, cuando llegó a la cueva dejó la comida y se fue a correr.
Al volver, encontró la comida intacta y a Felix casi desnudo.
― Hace calor.
― ¿No comiste?
― No, come tú, te necesito bien para lo que quiero.
― Tengo que irme.
― Chan.
― Mi niño está raro, Changbin me pidió que hable con él, no puedo evitarlo.
― Bien, vete.
― Felix.
― Fuera, nos vemos mañana.
― Bien.
El lobo negro se adentró en el bosque siguiendo el rastro de Hyunjin, pero no se acercó cuando lo encontró porque sintió un segundo aroma, no era uno familiar y tampoco era de una manada cercana, olía parecido a Felix, así que suposo que er aun miembro de la realeza.
― Shh, tranquilo, no te haré daño, solo quiero acercarme para ver tus heridas, podrían empeorar si nadie las atiende ―el pequeño y delgado chico asintió levemente, se relajó un poco y dejó que Hyunjin se acercara, pero no dejaba que lo tocara―. Bueno, considerando que la anterior vez me mordiste, esto es un mega avance, de todas formas, te traje comida, pero debo tocarte para poder sanar tus heridas, aunque, eres fuerte, seguro sanarán en un par de días más, pero se podrían infectar también, sabes, los humanos son interesantes por eso, avanzaron bastante en medicina, sirve de algo estudiarlos, bueno, hasta ahora no sé tu nombre, pero tú ya sabes el mío ―el chico se acercó un poco a Hyunjin y tomó su muñeca, estaba examinando la herida que le había hecho―. No te preocupes, estoy bien, estaré bien ―la miró detenidamente, y luego, pidiendo perdón con la mirada, le volvió a clavar los colmillos, pero esta vez le estaba chupando la sangre.
― Soy Jeongin, Yang Jeongin, y sí, estaré bien, no te preocupes.
― Lindo nombre, como tú.
― No sé si dices eso por la mordida o por ti mismo.
― ¿Cómo dices?
― Hay alguien más aquí.
― Niño, déjame ver la mordida esa.
― Chan hyung ―tomó el brazo de Hyunjin y examinó la herida, el chico se sentía excluido, los dos lobos frente a él sabían que pasaba con herida, pero él no se enteraba de nada―. Colmillos afilados, ojos naranja rojizo, heridas abiertas, mordió para defenderse, estaba asustado, sí ¿Tienes sangre de vampiro?
― Un cuarto.
― Lo suponía, esta herida o los unía, o mataba a Hyunjin, pero supongo que los estaba uniendo, Hyunjin siempre ha sido así de pálido, y no se ha descontrolado, por eso preguntaste si lo decía por sí mismo ―negó―. De todas formas no habría sabido responderte.
― ¿Alguien me va a decir que pasa?
― Todavía no, espera ―se acercó al chico, pidió permiso para tocarlo―. Te va a doler, y si es lo que creo, Hyunjin, a ti también ―los chicos asintieron―. Bueno, yo les avisé ―sacó las garras y les sacó sangre, las gotas se unieron, salió un poco de humo y luego un hilo fue visible, conectando a Jeongin con Hyunjin, los chicos contenían las lágrimas―. Les dije que iba a doler, y sí, están unidos, no es por la mordida, no dolería si fuera así, la Luna es tan curiosa, juntarse con Marte para esto, definitivamente están bien unidos, pero cuéntame Jeongin, ¿de dónde eres?
― Busan.
― ¿Cómo llegaste aquí?
― Salí con un amigo, pero nos separamos, un grupo de lobos me siguió y luego seguía caminando hasta que encontré a Hyunjin, y sí, lo mordí para defenderme, un grupo lobos venía persiguiéndome hace poco.
― ¿Por qué no regresaste a casa?
― Porque no quería, estuve días buscando una oportunidad para huir de ahí, hasta que un amigo me dijo que salgamos a dar un paseo, y que a la mínima oportunidad corriera, y bueno, pude haber muerto, pero por lo menos escapé, les debo la libertad a esos lobos.
― ¿Por qué querías escapar?
― También eres de la realeza, puedo olerlo, pero no creo que entiendas lo que es que tu padre quiera venderte a un lobo, no iba a ser su juguete, amo mi libertad.
― ¿Cuántos años tienes?
― Tengo 13 años, soy muy pequeño, pero aún así, ya tenía precio, ¿no te parece horrible?, cada parte de mi cuerpo tenía precio, y ese maldito lobo lo pagó todo.
― ¿Cada parte?
― Ah, sí, si mi padre no lograba venderme entero, entonces sería por partes, pensaba matarme porque su nueva esposa lo exigía, pero ella es estéril, no le dijo, claro, pero yo ya no formo parte de esa manada, me declararon muerto, y a mi amigo seguro lo exiliarán, pero no creo que tenga problemas, solo fue acogido, ni siquiera es un lobo, es un vampiro, en fin, ahora esa manada se irá al carajo.
― Eres un niño muy rudo, vamos, levántense, tenemos que irnos, Han ya debe estar un poco mejor, Hyunjin, ustedes tienen un lazo de pareja, la Luna los unió.
― Sí, ya lo noté ―el muchacho cargó a Jeongin en su espalda, a pesar de que Chan le había dicho que él lo haría.
― Después de que dejes a Jeongin ven conmigo, tenemos que hablar.
― Sí hyung.
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El cazador | MOON TALES 1 | chanlix
FanfictionUn gran lobo negro buscaba venganza, era una pesadilla viviente, un cazador incanzable, nada iba a detenerlo si se decidía a tomar como pago al pequeño heredero.