Prólogo

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Todo había sido culpa suya, si ese lobo moría, él también moriría, pero si vivía, ya no tendría un hogar, que sería lo mismo que morir, nadie lo reconocería sin el olor de la manada sobre él, seguía siendo un cachorro después de todo. 

― ¡Renunció! Dejo la manada ―no estaba seguro de nada, pero la piedra sagrada sobre la que su sangre había caído una vez en el pasado, ahora se bañaba una vez más con su sangre y con fuego. 

― Si sigues aquí en la noche, considérate muerto. 

― Sí padre. 

― No soy tu padre. 

Tenía razón, nunca lo fue, solo fue un maestro que odiaba hasta los huesos. 

Y ahora, siendo un lobo solitario corrió, corrió bajo la luz de la luna a penar visible, estaba oscuro y hacía frío, pero el calor de la ira bastaba para soportarlo todo, el ferviente deseo de venganza. Un lobo que no descansaría hasta ver la sangre de quienes lo lastimaron formando ríos. 

Un ángel sin culpa pagaría las consecuencias, un ángel inocente sería manchado por las culpas ajenas, un príncipe que lo perdería todo, un lobo puro con una nueva corona dorada. 

El cazador | MOON TALES 1 | chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora