(XIV)

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El proceso de curación de HongJoong fue duro, pero tenía a uno de los mejores brujos de la zona, Choi San.

― Estará bien, por suerte los tiene a ustedes, no hubiera podido pasar por este proceso solo, es sorprendente que no esté muerto, pero debe ser por el lazo, bueno, cuídenlo ―dicho eso, se fue junto con su pareja.

― Hay una loba en el lago, creo que no tiene manada.

― Vamos ―Chan prefería encargarse personalmente de estos asuntos, así que dejó a Felix y partió camino al algo.

― Bueno, Hwa hyung, debemos seguir con la construcción, Changbin hyung, lleve a Hyunjin a cazar, y a Jongho, y de paso a Han, no quiero niños corriendo por aquí, es peligroso.

― ¿Y Jay?

― Hanna, por favor, aleja a tu cachorro de la construcción, me muero si algo le pasa.

― Sí, tranquilo Lix.

― Yeosang, ya sabes que hacer.

― ¿Puedo ayudar?

― Joong hyung.

― Está bien Lix, no es un gran esfuerzo, no le hará daño, es más, le hará bien.

― Entonces está bien, Mingi, tú también ―Felix dirigía las obras, ya habían pasado dos meses desde la llegada de los brujos―. Yunho, ¿dónde estás?

― Acá, ¿qué necesitas?

― Necesitamos información, ya sabes que hacer.

― Sí, pero una cosa, lo siento, no pude decirle a Chan, pero creo que deberíamos entrenar a Han para ser espía, y a Jeongin, los dos son muy buenos.

― Sí, sería buena idea, lo hablaré con Chan, recuerden que mañana tenemos reunión ―eso era para Yunho, Hanna, Changbin, y Nayeon, Nayeon como consejera, y los otros dos como los centinelas de Chan, claro, Minho siempre tendría un puesto más alto que ellos, pero Nayeon, Minho, Yunho y Hanna y Changbin eran su consejo.

― Sí señor.

― Ya dije que solo Felix.

― Felix, necesitamos asistencia médica.

― ¡Jeongyeon! ―Nayeon corrió hacia la loba―. ¡¿Qué te pasó?!

― Los asesinos de Busan se dispersaron, pero supongo que ya lo sabías, vi al príncipe por aquí.

― Hanna, la medicina, con todo respeto a sus puestos, yo me encargo.

― Bueno, no era la única.

― ¡Jinyoung! ―Hyunjin se acercó al lobo más grande, había llegado corriendo cuando reconoció el pelaje blanco de quien un día fue su protector en el bosque.

― No pensé que me recordaras ―estaba hecho mierda, su blanco pelaje estaba manchado de sangre y se veía muy débil―. ¿Cómo estás, pequeño?

― ¿Cómo llegó hasta este lado?, digo, nos separamos porque estaba yendo hacia Busan con su hermana.

― Llegamos hasta aquí por pura suerte, no sabíamos que este lado tenía dueño.

― Tranquilos, no somos como las otras dos manadas.

― Pueden quedarse, si luego quieren irse, están por su cuenta, mientras no sean una amenaza, está bien.

― No irán a ningún lado, ni lo pienses Park.

― Eso tengo que hablarlo con mi hermano.

El cazador | MOON TALES 1 | chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora