— JIMIN –
Dejo mi celular bloqueado dentro del baño y salgo de ahí, afuera está Tae, sentado en mi cama, mirando su celular.
— ¿Qué haces todavía aqui? — le preguntó de mala gana yendo a mi clóset para buscar algo que ponerme, — necesito que salgas, voy a vestirme.
Tae rueda los ojos y hace un gesto.
— No es como si nunca te hubiera visto desnudo — suelta.
— No quiero que me veas ahora.
— Jiminie — el deja el celular en la cama y va hasta donde yo estoy, me detiene con sus brazos fuertes y musculosos, agarrándole de la cintura, — ¿Por qué estás tan molesto?
— ¿Enserio me estás preguntando eso?
— Pues si — responde.
— Me dejaste solo, Tae, sabes que no me llevo bien con tu hermano, sabes que es como un dolor en el culo para mí y aún así no dijiste nada, pensé que ibas a defender mi punto, creí que estabas de mi lado, pero no, tú te quedaste sentado bebiendo café como si fueras la señora Tina — digo, suavizando mi voz mientras él suelta una sonrisa de medio lado.
— Me quedé como la señora Tina porque no creo que sea una mala idea.
— ¿Enserio? — lo escudriñó con la mirada y me quedo observando sus bonitos ojos color miel — ¿De verdad crees que esto es medianamente una buena idea?
— Pues si, Jiminie, tú madre tiene razón, es tu primer año y yo tampoco quiero que te elijan un compañero al azar, ¿Qué tal si se trata de alguien que llega borracho de madrugada? ¿Qué tal si se trata de alguien a quien le gusta meter personas a la habitación?
— Es gracioso que lo menciones, porque ese es exactamente el tipo de persona que es tu hermano — suspiró, alejándome de él para poder vestirme.
— Lo conozco, sé cómo es él, pero por lo menos podemos estar seguros de que no intentará asesinarte en la noche con una navaja de afeitar.
— Yo no estoy tan seguro de eso — suelto, poniéndome la ropa interior frente a él — tu hermano es una persona misteriosa y es extraño, no me gustan ninguna de las dos cosas.
— Trata de verlo por el lado positivo, siempre que Jungkook te moleste puedes llamar a mi madre y poner quejas.
Lo miro aburrido con el ceño fruncido, yo no voy hacer eso y él lo sabe.
— El punto aquí es que debes darle una oportunidad.
— ¿Tengo otra opción?
— No pero míralo de esta forma, si resulta tan desastroso vivir con Jungkook, en un año podrás cambiarte a una habitación o a otro departamento, solo será un año.
— Un año puedo ser demasiado.
— En realidad no — él se acerca nuevamente a mi, toma un poco de crema para el cuerpo y comienza a ponérmelo en la espalda, — aprenderán a convivir.
— Eso lo dices porque tu estarás lejos, a tres horas de mi, no tendrás que aguantártelo — le recuerdo.
Tae continúa poniéndome crema sobre mi cuerpo mientras un sentimiento de tristeza se instala en mi pecho, hasta ese momento no había pensado en mi relación con él, dentro de una semana, Tae se irá a la universidad de Arizona y yo me iré a la universidad del norte de Arizona, estaremos casi que en extremos opuestos, distanciado por tres horas de camino.
Ambos comenzaremos una nueva vida, él en la ciudad de Tucson y yo en Flagstaff, dejaremos Prescott atrás y tendremos que distanciarnos, no sé cómo vayamos a sobrellevarlo, no hemos hablado realmente hasta el momento del asunto, creo que soy tan seguro de mi relación con Tae que no he pensado en la posibilidad de que la distancia nos vuelva extraños.
— Tae — digo, volteándome hacia el,
— ¿Cómo vamos a manejar nuestra relación?— ¿A qué te refieres?
— A nosotros, ¿Qué vamos a hacer ahora que estaremos tan lejos?
Él me mira con sus ojos color miel y sonríe, delatando esa bonita sonrisa cuadrada,
— Yo conduciré a Flagstaff, siempre que pueda y estoy seguro de que tú también me visitarás en Tucson, y siempre tendremos Prescott, este es el punto medio entre nuestras vidas, podemos venir aquí los fines de semana y pasar el rato, nada va a cambiar, te lo prometo — él aprieta mi cuerpo parcialmente desnudo contra el suyo y me da un beso profundo en los labios.Yo aspiro su aroma, huele a menta y a perfume, no hay rastro de tabaco en su cuerpo o en su aliento y eso me hace adorarlo sin más de lo que ya lo amo,
— ¿Estás seguro de que no te convertirás en un universitario borracho y me dejarás por alguien de segundo año? — preguntó divertido.
— Yo no sería capaz de dejarte a ti — susurra contra mi boca, llevándome lentamente hasta mi cama, es en estos momentos en que me alegro de lo permisiva que es mi madre.
Ella no es como el resto de las madres, Sthela es la mujer que me llevó a que me enseñaran de planificación cuando cumplí quince años, la misma que prefiere que tenga sexo bajo el techo de nuestra casa, que un motel barato, la misma loca mujer que cree que es buena idea que un chico de dieciocho años que entrará a la universidad se vaya a vivir con un universitario de veinte años a otra ciudad.
La mayor parte del tiempo no estoy de acuerdo con ella, pero en este momento, en que Tae mete las manos por dentro de mi bóxers blancos con total libertad porque sabemos que ella no entrará en la habitación a armarnos una escena, agradezco que Sthela Park sea mi madre.
— ¿Qué estás haciendo? — le preguntó a Tae, que acaba de quitarse la camiseta gris.
— ¿Tú qué crees? — se burla, mordiéndome el labio.
Yo suelto una risa tonta y entonces me retuerzo debajo del cuerpo de mi novio, mientras acaricio su cabello rubio con mis dedos.
— Tae, ¿A ti no te importa que me vaya a vivir con Jungkook? — cuestionó entre jadeos.
— No, ¿Por qué me molestaría? — me pregunta de vuelta mordiéndome el cuello.
— Porque soy tu novio y él es tu hermano.
— ¿Y...?
— No se, ¿ No es extraño para ti?
— No, Jiminie, te conozco, confío en ti y sé qué jamás me traicionarías, además, sé que Jungkook no se fijaría en ti y de hacerlo, tú no le corresponderías — dice muy seguro de sus mismo, acariciándome el pecho con su mano izquierda.
Por un momento me siento ofendido por lo que dijo, ¿Jungkook no se fijaría en mi? Sé que no soy el chico más guapo del mundo, pero no me considero feo, me gusta mi cabello marrón, me gustan mis ojos pequeños y negros, me gusta mi cuerpo, que está en un límite medio, ni muy grueso ni muy delgado, si yo fuera él, si me fijaría en mi — pienso.
Tae no me da tiempo de darle más vueltas al asunto porque mete nuevamente sus manos a mis boxers, acariciando mi entrada con suavidad, haciéndome sentir excitado.
Tampoco le doy más vueltas porque sé que él tiene razón, Jungkook no se fijaría en mi, ni yo tampoco en él.
¿O si?
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Bajo sus sábanas ; fanfic km
FanfictionPark Jimin siempre supo lo que quería para su vida, iría a la universidad, conseguiría un empleo y probablemente se casaría con su novio de toda la vida, Jeon Taehyung, sin embargo, todos sus planes cambiarán cuando por cosas del destino, es obligad...