8

181 30 2
                                    

— JUNGKOOK —

Es de mañana y hace un jodido calor que me obliga a quitarme la camiseta e ir por una cerveza a la nevera, eso es lo que hago, automáticamente voy a la cocina, destapo la botella de vidrio verde y entonces espío por la ventana a Taehyung y Jimin que están subiendo cajas en el auto de Tae.

Me quedo en silencio y los escucho hablar, están tan embelesados el uno con el otro que aún si me pongo en medio de ellos no estarían en la capacidad mental de verme realmente. Jimin y Taehyung me dan asco, esa relación de pajaritos que tienen me asquea, ¿Es que acaso yo soy el único que se da cuenta de lo falsa que es?

Son falsos el uno con el otro, me recuerdan mucho a los malos actores de una mala comedia romántica, esos que parecen que tuvieran que fingir para estar juntos, como si lo hicieran por obligación y no realmente por amor. Aunque después de todo, ¿Qué más podría pedirles a dos personas como ellos? Mi hermano es un jodido asolapado, y Jimin es un niño tonto que ha vivido toda su vida dentro de un cuento de hadas.

— Aún no puedo creer que vayas a irte ya, ¡El tiempo pasa demasiado rápido! Quisiera poder ir contigo — chilla Jimin en dirección de Taehyung, mientras carga una caja pequeña.

— Yo sé Jiminie, yo también quisiera tener más tiempo contigo antes de irme, pero ya nos veremos, no es como si fuéramos a estar separados por todo un país, son solo tres horas de camino — suelta Taehyung y yo ruedo los ojos.

¡Patético! Deletreo en mi mente, porque es realmente la única palabra que encuentro para describir esa situación. Aunque por un lado una parte de mí siente alivio, de todas las decisiones que he visto tomar a Jimin a lo largo de su vida, haberse ido a estudiar lejos de mi hermano me parece sin duda la mejor, hasta quisiera aplaudirle por eso, pero no lo voy hacer.

— Prométeme que me llamarás todos los días — dice Jimin con un puchero.

Yo me llevo la cerveza a los labios, le doy un sorbo grande y me recuesto en la entrada trasera de la cocina, donde el par de tórtolos siguen con su retahíla.

— Te llamaré todas las noches, hablaremos por mensaje todo el tiempo, te prometo que nada va a cambiar.

¡Ja! Me burlo mentalmente, ¿Qué nada va a cambiar? ¿Dónde viven este par de imbéciles? ¿En el país de las maravillas? ¡Por supuesto que las cosas van a cambiar! Puedo apostar que mi hermano no tardará demasiado en encontrar a un chico o una chica linda a quien follarse, y con respeto a Jimin, bueno... él es muy tonto como para moverse lejos de Taehyung.

— Ya están todas las cosas arriba — suspira Jimin.

Veo como Taehyung sonríe con algo de tristeza y lo abraza — ven aquí — lo hala del brazo y lo arropa con sus brazos.

Enseguida Jimin se aleja ligeramente y lo besa como un loco desesperado, ¿Es que acaso Taehyung se irá a prisión o qué demonios? No entiendo porque tienen que armar un drama por absolutamente todo, como si fueran los protagonistas de un cliché y no dos personas comunes y corrientes a las que yo por lo menos, tampoco les veo mucho futuro como pareja.

— Prometo no interrumpir si me dejan grabar un porno — digo con calma, terminándome la cerveza, aunque la verdad es que me siento extraño y no sé por qué.

— ¡Ugh! — Jimin hace un gesto y se separa de Taehyung.

— ¡Es enserio! Piénsenlo bien, podríamos dividir las ganancias, 50% para mí y el resto se lo dicen ustedes como mejor les parezca.

Bajo sus sábanas ; fanfic kmWhere stories live. Discover now