Bajo sus sábanas ; fanfic km

13

— JIMIN —

Me despierto con los primeros rayos del sol,  intento moverme para alargar la mano y tomar mi celular, que está en la mesita de noche, pero un peso me impide moverme, parpadeo con fuerza hasta que mis ojos se adaptan a la luz y me doy cuenta de que prácticamente tengo el cuerpo de Jungkook encima del mío, el hombre tiene su brazo pesado y musculoso acorralándome y no puedo moverme, y ni decir de su pierna que está puesta sobre las mías.

Tal parece que Jungkook decidido usarme de almohada. Aunque en realidad eso no me molesta todo lo que debería, su cuerpo desprende calor humano y su piel tersa contra la mía me hace sentir un poco... extraño, supongo que en una buena forma.

Me quedo un rato más allí aprisionado bajo el cuerpo de Jungkook, hasta que tengo el pensamiento de que eso que está rozando mi culo por debajo de las sábanas  no es precisamente la otra pierna de Jungkook.

Y es cuando recuerdo lo que a pasado anoche, en el toque de su mano contra la piel de mi abdomen y sus besos en el cuello que me nublaron los sentidos.

Abro mis ojos en grande y esta vez me muevo sin importarme si lo despierto.

— ¡Ugh! Eres el ser más desagradable de la faz de la tierra — chilló levantándome rápidamente de la cama.

Jungkook intenta abrir los ojos pero parece más un borracho que cualquier otra cosa, creo que aún no quiere despertarse.

Yo me quedo observándolo desde un lado de la habitación y él se acomoda tumbando su cuerpo de espaldas contra el colchón y entonces lo veo. Su erección está erguida, mostrándose dignamente en toda su gloria, y tal parece que a él no le interesa que yo me dé cuenta.

— ¡Estas enfermo, Jeon Jungkook! — vuelvo a gritar.

— ¿Por qué? — me pregunta con la voz pastosa, aún sin abrir los ojos.

— ¿De verdad no te das cuenta? — frunzo el ceño.

Él se incorpora levemente, mira su cuerpo y por el contrario de cubrirse, el hombre suelta una risita tonta.

— No es mi culpa que nunca hubieras visto una de verdad — suelta descaradamente.

— Pues no, no quiero seguir viendo la tuya.

— ¿Seguro? — pregunta abriendo los ojos y enarca una ceja.

— Seguro — miento, mis piernas están temblado, mi pulso está agitado y puedo sentir una leve humedad en el centro de mi trasero.

A mi mente vienen de nuevo los recuerdo de anoche y muevo mi cabeza.

— Soy humano Jimin, estas cosas pasan, y no dejaste de mover el culo toda la noche, ¿Acaso crees que soy de palo?

No le digo nada más y me meto rápidamente bajo el agua fría de la ducha, me siento acalorado, todo mi cuerpo hormiguea y debo calmarme. Pero mi mente es tan traicionera, que me recuerda el toque de las manos de Jungkook sobre mi piel y es imposible no reaccionar, mi pene está erecto, y yo me muerdo el labio, muevo la cabeza de un lado a otro, concentrándome en cualquier otra cosa que no sean las manos de Jungkook.

Salgo de la ducha y me pongo la misma ropa del día anterior, voy a la habitación y agarro mi celular, ahora entiendo porque la alarma no sonó, el celular está sin batería y no recuerdo donde dejé el cargador, ¡Perfecto! Perdido en medio de la nada, sin celular y con un cavernícola, ¡Muy bien Park Jimin! Me doy un aplauso mental.