Bajo sus sábanas ; fanfic km

12

— JIMIN —

Yo nunca he estado en un motel, es que nunca lo he imaginado siquiera, pero de haberlo hecho estoy seguro de que habría sido un lugar mucho mejor que este en el que estamos entrando Jungkook y yo. Todo se ve sucio, las paredes, el piso, casi parece sacado de una mala película de terror, me da asco todo el sitio y no quiero ni imaginarme cómo serán las habitaciones.

Mientras llegamos a la "Recepción" pienso en dormir en el auto, pero lo descarto de inmediato porque estamos en medio de la nada, y no sé qué es peor, si el motel o el estacionamiento desierto.

— Hola — saludó al hombre regordete que está detrás de un escritorio improvisado,
— necesito dos habitaciones.

El hombre levanta una ceja y mueve el palillo que tiene entre los dientes — ¿Dos habitaciones? — preguntó con incredulidad.

— Si, dos habitaciones, nosotros no venimos en plan de pareja — le explicó y oigo como Jungkook se aclara la garganta detrás de mi.

El hombre nos da una mirada rápida a los dos y empieza a buscar algo entre las hojas que tiene puestas sobre el escritorio.

Yo siento que pierdo mi paciencia y entonces le digo de mala gana — ¿Tienes habitaciones o no? — gruñó.

Jungkook se acerca un par de pasos a mí y me toma por lo hombros — Perdone a mi amigo, es un poco desadaptado — le dice al recepcionista y me aparta momentáneamente de él, — ¿Tú es que quieres que nos maten? ¿Ya te diste cuenta del sitio en el que estamos? Creo que deberías dejar tus caprichos para otro momento — susurra.

Yo reflexiono por un momento y le respondo — La verdad si, prefiriese estar muerto que tener que pasar otro segundo contigo — espeto y vuelvo con el hombre.

— Tememos una única habitación disponible, se acaba de desocupar.

Hago una mueca de asco, eso quiere decir que todavía hay restos de sexo desconocido en esa habitación, el solo pensamiento me parece vomitivo.

— La tomaremos — dice Jungkook.

El chico que ya no parece tan drogado, le paga la noche al hombre y entonces nos vamos hasta nuestra habitación, y créanme, si la fachada y la entrada del motel son un asco, el interior lo es aún más. Es completamente desagradable.

— Tienen que desocuparla mañana a más tardar a las ocho de la mañana, si no, les cobraremos el extra, en el baño hay papel higiénico y en la mesita de noche hay condones — al escucharlo decir eso, me ruborizo de inmediato.

— Gracias, estoy seguro de que les daremos un buen uso — dice Jungkook mientras el hombre se va y nos cierra la puerta.

Yo lo miro con el ceño fruncido.

— ¿Qué? — me dice, — solo estaba bromeando.

— Pues no bromees cuando se trata de mi.

Él suelta un gruñido y va hacia el baño.

Yo me quedo en la habitación y miro alrededor, ¡Asqueroso! ¡Asqueroso! ¡Jodidamente asqueroso! Aún no puedo creer que vaya a pasar la noche aquí.