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Título: Chispas de Amor
La tarde había caído en la U.A. y los estudiantes de la Clase 1-A ya habían terminado sus entrenamientos del día. Denki Kaminari caminaba por los pasillos de la escuela, con una sonrisa en el rostro y una ligera descarga eléctrica zumbando en sus dedos. No podía dejar de pensar en su cita esa noche. Había estado esperando este momento desde hacía semanas, y finalmente, hoy, él y ____ saldrían juntos.
Cuando llegó a la entrada principal, te vio esperándolo. Estabas apoyado contra la pared, con una sonrisa nerviosa pero emocionada. Denki aceleró el paso y, al llegar a tu lado, te tomó de la mano con suavidad, sintiendo el calor y la familiar chispa que siempre lo hacía sonreír.
-¡Hey! -saludó Denki con su habitual entusiasmo-. ¿Listo para nuestra cita?
Asentiste, sintiendo cómo el nerviosismo se desvanecía poco a poco. Denki tenía ese efecto en ti, siempre lograba hacerte sentir tranquilo y feliz.
Caminaron juntos hacia un pequeño parque cercano a la escuela. El lugar estaba tranquilo, con el sonido de los pájaros y el suave murmullo del viento entre los árboles. Denki había preparado un picnic, lo cual te sorprendió gratamente. Se veía adorable mientras sacaba los bocadillos y las bebidas de la cesta, claramente emocionado por pasar tiempo contigo.
-Espero que te guste -dijo Denki, sentándose a tu lado en la manta que había extendido en el césped-. No soy muy bueno cocinando, pero puse todo mi esfuerzo en esto.
-Estoy seguro de que estará delicioso -respondiste, dándole un beso en la mejilla. Denki se sonrojó ligeramente, pero su sonrisa se hizo aún más grande.
Mientras comían y charlaban, te diste cuenta de lo fácil que era estar con él. Denki siempre encontraba una manera de hacerte reír, y sus historias sobre sus entrenamientos y travesuras con sus compañeros de clase nunca dejaban de entretenerte.
Al terminar de comer, Denki se recostó en la manta y te invitó a hacer lo mismo. El cielo comenzaba a teñirse de colores cálidos mientras el sol se ponía en el horizonte. Te giraste hacia él, notando la suave brisa que hacía ondear su cabello rubio.
-Sabes, me siento muy afortunado de estar contigo -dijo Denki, sus ojos brillando con sinceridad-. Eres increíble y cada momento contigo es especial para mí.
Sentiste tu corazón acelerarse ante sus palabras y, sin pensarlo dos veces, te acercaste más a él. Denki cerró los ojos lentamente, anticipando el beso que ambos deseaban. Cuando tus labios se encontraron, fue como si una chispa eléctrica recorriera tu cuerpo, llenándote de calidez y emoción.
El beso fue suave y dulce, lleno de los sentimientos que habían estado creciendo entre ustedes. Al separarse, ambos se quedaron mirando, sonriendo como si el mundo entero hubiera desaparecido y solo quedaran ustedes dos.
-Te quiero, Denki -susurraste, apoyando tu frente contra la suya.
-Y yo a ti -respondió él, acariciando tu mejilla con ternura-. Siempre.
La noche continuó mientras ustedes dos permanecían juntos, disfrutando de la compañía del otro y de las chispas de amor que llenaban el aire.
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