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Título: Planes y Sorpresas
El sol de la tarde brillaba cálidamente sobre la Academia U.A. mientras los estudiantes disfrutaban de un merecido descanso después de un intenso entrenamiento. En uno de los rincones más tranquilos del campus, Momo Yaoyorozu se encontraba sentada bajo un árbol, revisando sus notas para la próxima clase.
A lo lejos, ____ la observaba con una sonrisa. Había algo en la concentración de Momo que siempre lo había fascinado. Su dedicación, su inteligencia, y sobre todo, su corazón generoso eran algunas de las muchas razones por las que se había enamorado de ella.
Desde que comenzaron a salir, ____ había tratado de encontrar maneras especiales para demostrarle cuánto la apreciaba. Y hoy no sería la excepción. Con un plan en mente, se acercó a ella, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza.
-Hola, Momo -saludó, llamando suavemente su atención.
Momo levantó la vista de sus notas y le sonrió.
-Hola, ____. ¿Cómo te fue en el entrenamiento?
-Bastante bien, aunque aún me falta practicar un poco más para dominar esa nueva técnica -respondió, sentándose a su lado-. ¿Y tú? ¿Cómo van las cosas?
-Todo bien, solo estaba repasando un poco antes de la próxima clase -dijo Momo, cerrando su cuaderno-. ¿Necesitas algo?
____ tomó una respiración profunda, preparándose para lo que iba a decir.
-De hecho, sí. Quería preguntarte si te gustaría acompañarme esta tarde. Tengo algo planeado y me encantaría que vinieras conmigo.
Momo parpadeó, claramente interesada.
-Claro, me encantaría. ¿Qué tienes en mente?
____ sonrió, satisfecho de que ella aceptara.
-Es una sorpresa. Solo asegúrate de estar lista en una hora.
Momo asintió, su curiosidad evidente en sus ojos.
-Está bien, estaré lista.
Una hora más tarde, Momo se encontró con ____ en la entrada de la academia. Llevaba un vestido ligero y cómodo, perfecto para la cálida tarde de verano. ____ la saludó con una sonrisa y tomó su mano, guiándola hacia la salida del campus.
-¿Adónde vamos? -preguntó Momo, mientras caminaban juntos.
-Paciencia, ya verás -respondió ____, guiñándole un ojo.
Caminaron durante un rato, disfrutando de la compañía mutua y del paisaje. Finalmente, llegaron a un pequeño parque que no estaba lejos de la academia. Era un lugar tranquilo, con árboles frondosos y un lago sereno en el centro.
