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Título: Alas de Amor
El sol estaba comenzando a ponerse, tiñendo el cielo de un anaranjado suave que contrastaba con el ajetreo de la ciudad. Keigo Takami, más conocido como Hawks, se encontraba en una de las azoteas de la ciudad, disfrutando de un momento de tranquilidad después de un día ajetreado. Sus alas rojas se desplegaban lentamente, atrapando la luz del sol y creando un espectáculo de colores cálidos.
En la azotea contigua, ____ observaba la puesta de sol, perdido en sus pensamientos. Su trabajo como héroe profesional no era tan glamuroso ni reconocido como el de Hawks, pero él lo hacía con dedicación y pasión. Hoy había sido un día especialmente difícil, y necesitaba un momento de paz.
De repente, ____ notó una presencia familiar y se giró para ver a Hawks aterrizando suavemente a su lado. Los ojos dorados del héroe más rápido brillaban con una mezcla de curiosidad y algo más que ____ no podía descifrar.
—No esperaba encontrarte aquí —dijo Hawks con una sonrisa fácil, acomodándose junto a él—. ¿Todo bien?
____ sonrió, aunque su mente aún estaba ocupada con los eventos del día. —Sí, solo necesitaba un momento para mí. ¿Y tú? ¿Cómo estuvo tu día?
—Oh, ya sabes, lo de siempre —respondió Hawks con un encogimiento de hombros—. Rescatando gatitos, deteniendo a villanos... lo típico.
Ambos rieron suavemente, y una cómoda camaradería se instaló entre ellos. Desde que se conocieron, había una conexión especial que ambos sentían pero rara vez mencionaban. Las palabras sobraban cuando estaban juntos, y el silencio era más elocuente que cualquier conversación.
Después de unos minutos, Hawks rompió el silencio. —____, he estado pensando... —Comenzó, con una rara seriedad en su tono.
____ lo miró, notando la sombra de duda en los ojos del héroe. —¿Qué pasa, Hawks?
El cambio de nombre sorprendió a ____, pero asintió, entendiendo que esto era algo importante. —Keigo, ¿qué es lo que quieres decir?
Keigo respiró hondo, como si estuviera preparándose para un salto desde una altura considerable. —No soy bueno con estas cosas, pero... hay algo que he querido decirte desde hace tiempo. —Se detuvo, buscando las palabras adecuadas—. ____, eres alguien especial para mí. Más que un amigo, más que un compañero. Cada vez que estoy contigo, siento que puedo ser yo mismo, sin las presiones de ser Hawks. Quiero estar a tu lado, no solo como colega, sino... como algo más.
El corazón de ____ latió con fuerza al escuchar la confesión. Nunca había imaginado que alguien tan increíble como Keigo pudiera sentir lo mismo que él. Tomando una decisión rápida, extendió una mano y la colocó sobre la de Keigo.
—Keigo, yo... también siento lo mismo. Tú me haces sentir completo, y cada momento contigo es especial. —____ sonrió, sintiendo una ola de alivio y felicidad—. Quiero estar a tu lado, en todo.
Keigo exhaló, como si hubiera estado conteniendo la respiración, y sonrió ampliamente. —Entonces, ¿qué dices si empezamos con una cita? Prometo que será inolvidable.
____ rió, asintiendo con entusiasmo. —Me encantaría.
Y así, bajo el cielo anaranjado de la ciudad, dos héroes encontraron en el otro una razón más para seguir luchando, no solo por el mundo, sino por el amor que recién comenzaba a florecer entre ellos.
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