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Título: "El Héroe de Mi Corazón"
El sol de la mañana iluminaba los pasillos de la U.A. mientras los estudiantes de la Clase 1-A se preparaban para un nuevo día de entrenamiento. Tú, ____, eras un estudiante de intercambio reciente, recién llegado a la prestigiosa academia. Desde tu llegada, habías oído hablar mucho de Midoriya Izuku, un chico conocido por su valentía y determinación.
Tu primera impresión de Midoriya fue en una clase de entrenamiento. Observaste cómo se esforzaba al máximo, nunca rindiéndose a pesar de las dificultades. Sus ojos verdes brillaban con una pasión que no habías visto en nadie más. Aunque eras nuevo, sentías una fuerte admiración por él.
Con el tiempo, comenzaste a notar más cosas sobre Midoriya. Su amabilidad con los demás, su capacidad para ver lo mejor en las personas y su genuino deseo de ayudar a todos a su alrededor. Poco a poco, esa admiración se transformó en algo más profundo.
Una tarde, después de una sesión de entrenamiento especialmente dura, te encontraste a Midoriya en el jardín de la escuela, sentado en un banco y mirando el cielo. Te acercaste con un poco de nerviosismo.
—Hola, Midoriya —dijiste con una sonrisa.
Midoriya se volvió hacia ti y te devolvió la sonrisa. —¡____! ¿Cómo estás? ¿Te fue bien en el entrenamiento?
Te sentaste a su lado, sintiendo cómo tu corazón latía un poco más rápido. —Sí, fue duro, pero creo que estoy mejorando. Tú siempre pareces darlo todo. Es inspirador.
Midoriya se sonrojó ligeramente y rascó la parte posterior de su cabeza. —Gracias. Solo trato de hacer lo mejor que puedo. Tú también estás haciendo un gran trabajo. He visto cuánto te esfuerzas.
Esa simple observación hizo que tu corazón se acelerara aún más. Hablaron un rato sobre el entrenamiento y sus sueños como héroes, sintiéndote cada vez más cómodo con él.
Finalmente, reuniste el coraje para decir lo que sentías. —Midoriya, hay algo que quiero decirte. Desde que llegué aquí, te he admirado mucho. Eres una persona increíble y... creo que me estoy enamorando de ti.
Midoriya se quedó en silencio por un momento, sus ojos verdes mirándote con sorpresa y algo más, algo que no podías identificar. Luego, una suave sonrisa se extendió por su rostro.
—____... no sabes cuánto significa eso para mí. —dijo en voz baja—. Yo también he estado sintiendo algo especial por ti. Eres increíblemente valiente y siempre tan genuino. Me haces querer ser mejor.
No podías creer lo que estabas oyendo. —¿De verdad?
Midoriya asintió, tomando tu mano con suavidad. —Sí. Me encantaría conocerte más y ver a dónde nos lleva esto.
Te sentiste abrumado por la felicidad, sin poder contener la sonrisa que se formaba en tu rostro. —Me encantaría eso, Midoriya.
Desde ese día, comenzaron a pasar más tiempo juntos, compartiendo sueños, risas y momentos de vulnerabilidad. Aunque el camino hacia ser héroes era desafiante, sabías que con Midoriya a tu lado, todo era posible. Habías encontrado a alguien que no solo admirabas, sino que también amabas profundamente.
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