Llegar a una nueva ciudad con el corazón roto no es muy buena idea si lo piensas de manera objetiva, pero para ella fue la mejor decisión que pudo haber tomado.
Empezar de nuevo donde nadie la conocía, no era del todo malo si te ponías en sus zapato...
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Habían pasado ya varias semanas desde la pelea que tuvieron Kageyama y Shōyō, aún no se hablaban, pero habían mejorado bastante por su cuenta y no eran los únicos, todo el equipo había mejorado en muy poco tiempo, hasta yo estuve practicando algunos días con Nishinoya.
—¡Eres muy buena! —él era muy amable.
—No seas tan halagador, luego se le sube a la cabeza —reprochó un alto de lentes.
—Ni que fuera tú.
Con Tsukishima no había hablado desde la vez que me encontró un poco triste, jamás volvimos a hablar de los besos ni nada, pero como me gustaba ese chico. El hecho de que nos provocáramos mutuamente hacía que la tensión entre nosotros aumentara de una forma que no sabría como describir.
Después de entrenar, todos nos bañamos y cambiamos para partir a Tokio, al fin iba a ver a mis mejores amigos. En esas semanas no pudimos hablar mucho, ellos se estaban preparando para las preliminares del torneo de primavera y yo estaba ayudando al Karasuno para el mismo torneo.
—¡Es emocionante irse a medianoche!
—Claro, ustedes llegaron tarde la última vez.
«No hacía falta recordarlo», pensé al escuchar a Tanaka.
—Debe estar bien eso de ser tan tontos, pueden dormir en cualquier parte —solté una risita porque Tsukishima tenía razón.
—De nuevo tenemos programado llegar por la mañana —comentó el profesor Takeda—. Ukai-kun y yo tomaremos turnos para conducir.
—¡Gracias! —dijimos todos.
—Mientras no manejen como locos, estoy conforme —susurré—. Aunque agradezco que Saeko nos llevara, el viaje fue muy turbulento.
Hinata y Kageyama asintieron ante mi comentario y los demás se rieron, pero ellos no habían sentido que iban a morir apenas subirse al auto.
—No hagan tanto ruido, es de noche —el profesor Takeda siempre se me había hecho muy tierno, lo quería mucho.
Al subirnos, yo iba un asiento atrás de Tsukishima, iba sola entonces nadie hablaría conmigo ni yo con nadie. Me puse mis audífonos y abrí mi app de música para escuchar algo que iba con la ocasión, nada triste sino más bien algo más tranquilo que me ayudara a no ponerme nerviosa, quería calmar la presión que sentía.
El viaje fue muy tranquilo y las horas se me habían ido volando, ni siquiera me dormí cuando me di cuenta de que ya habíamos llegado.
Hinata me tomó de la mano muy emocionado haciéndome bajar rápido, sus ojos le brillaban cuando nos acercamos a Kenma.
—Oye, ¿dónde está el Skytree? —sonreí y alcé los hombros— ¿esa es la torre de Tokio?
—Solo es una torre de comunicaciones normal —me aguanté la risa por la contestación de Kenma, los dos chicos juntos eran lindos.
