Llegar a una nueva ciudad con el corazón roto no es muy buena idea si lo piensas de manera objetiva, pero para ella fue la mejor decisión que pudo haber tomado.
Empezar de nuevo donde nadie la conocía, no era del todo malo si te ponías en sus zapato...
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En mi salón había alguien que se llamaba Hinata Shōyō y siempre parecía muy entusiasmado con todo, no había día en que no participara en clase, aunque a veces sus respuestas eran incorrectas, pero por alguna razón, me era familiar su presencia.
Cuando iba a salir por leche, me topé con una chica muy linda de cabello azabache que, al parecer, Hinata la conocía. Ella le preguntó por personas que no tuvieran club y le pidió si podía ayudarla a buscar gente que cumpliera con el perfil.
Cuando regresé a la clase, me senté y estaba jugando el juego que Kenma me había enseñado, uno donde solo tenías que cuidar de tu granja, era divertido y no necesitabas de mucho esfuerzo como los que el teñido estaba acostumbrado a ganar cuando jugaba conmigo.
Al alzar la vista, pude ver a un chico con el cabello particularmente naranja sonriéndome. Me quité los audífonos para que me dijera lo que tenía que decirme y seguir jugando.
—¡Hola! —dijo sonriente.
—¿Hola? —regresé— ¿Te conozco?
—No, pero solo quería saber una cosa —alcé una ceja para que pudiera continuar—. Tú no tienes club, ¿cierto?
—¿Cómo es que sabes eso?
—Una vez por casualidad, te vi a la hora que muchos se van a casa o a su club, tú te quedaste aquí —explicó como si fuera lo más normal del mundo.
—¿Entonces me estabas espiando? —pregunté con algo de malicia— No pensé que fueras esa clase de personas.
—¡No, no, no! ¡No te estaba espiando!
—Supongamos que te creo —me reí, era un chico agradable, la verdad—, pero... ¿A qué viene la pregunta de si estoy en un club o no?
Me extendió una solicitud que decía "Buscamos jugadores y mánagers para el club de voleibol"
—Ya tenemos una chica que quiere unirse, pero Shimizu-san dice que necesitará ayuda —explicó con sinceridad.
—¿Y yo soy la mejor opción? —pregunté.
—Es que no hay nadie más que quiera unirse porque muchos tienen club o no les interesa el vóley porque dice que es aburrido —enseñó la lengua haciendo que volviera a reírme.
—Bien, lo pensaré.
—¡Gracias! —ese chico parecía bastante divertido, además de que a mí me gustaba un poco el voleibol, podía intentarlo— Por cierto, volveré después de clases para presentarte al equipo.
—¡Aún no he aceptado! —grité cuando se fue corriendo.
Vi de nuevo el folleto y a decir verdad, era un dibujo muy divertido, entonces esperaba que fueran mejor jugando que dibujando. Me sacó una sonrisa saber que podría unirme a un club relacionado al vóley, parecía incluso entusiasmada.
