Llegar a una nueva ciudad con el corazón roto no es muy buena idea si lo piensas de manera objetiva, pero para ella fue la mejor decisión que pudo haber tomado.
Empezar de nuevo donde nadie la conocía, no era del todo malo si te ponías en sus zapato...
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Después de contarle todo, me quedé en silencio esperando su respuesta, pero parecía más impactado que yo. Su expresión me decía todo, estaba muy sorprendido, hasta tenía una mano tapando su boca y entre más avanzaba en la historia no pudo evitar fruncir sus cejas.
—¿Aún lo amas? —alcé una ceja— ¿Por eso te dijo eso antes del segundo set?
—¡No! Solo lo hizo por molestar —aclaré, pero podía ver su enojo—. Tsukishima... ¿Aún quieres seguir en esta relación conmigo?
—Estoy en una relación contigo porque así lo deseé, no te salgas del tema y deja de hablar de cosas tan absurdas —contestó, pero no fue nada claro.
—¿Cosas absurdas? —pregunté.
—No quiero tener esta discusión —sacó dinero y abandonó el café.
Dejé más dinero por si no era suficiente y salí corriendo tras él tomándolo de la mano arrastrándolo al parque cercano donde casi no transitaba gente, sería un buen lugar para seguir hablando.
—Esto es ridículo, no tiene sentido, estas siendo muy emocional, capaz y es por recordar a tu exnovio, por eso es por lo que es ridículo —fruncí los labios.
—¡Fuiste tú el que quería una explicación! —exclamé al ver su comportamiento.
—Pero me sacaste otro tema que no tenía nada que ver —reclamó.
—Porque te estas comportando como si no me quisieras, tanto que a veces me hace dudar si de verdad alguna vez lo has hecho —solté muy insegura.
—Te he demostrado mi cariño a mi manera y tú me aceptaste a pesar de que te dejé en claro desde el primer día que no soy de demostrar afecto enfrente de todos, ¿o qué quieres? —preguntó— ¿Qué te esté besando todo el tiempo? ¿Qué te diga que eres la luz que ilumina mis días y la razón por la que me levanto cada mañana? ¿Qué adoro cada parte de tu ser porque eres perfecta? ¿Por qué debería de decir esas cursilerías cuando no son necesarias? Te recuerdo que las acciones son más importantes que las palabras.
—No es que quiera eso, pero al menos podrías dejar de comportarte así —puntualicé porque estaba siendo muy grosero.
—Es que parece que quieres que ande como un perrito faldero atrás de ti todo el día —negué porque eso no era lo que quería—. ¿Esperas que sea todo como en las películas? Adivina qué, esto es el mundo real.
—Eso lo sé muy bien...
—Te he sido leal y te he mostrado lados que ninguna persona ha visto, jamás le he dedicado las jugadas a nadie —suspiré—. Y aun así no es suficiente para ti.
—Lo es, claro que lo es —susurré—. Y no quiero nada de lo que dices, claro que no, nunca te lo he pedido porque sé muy bien como eres.
—No te entiendo, ¿qué quieres? —exigió saber— He cumplido mi deber como novio y en serio entiendo que tú expreses tu amor diferente a mí, pero te lo dije desde que empezamos a salir, ¿por qué ahora importa tanto después de contarme esa historia? Si esto sigue así entonces no veo alguna razón para seguir juntos.
