Cuando nos subimos al autobús, no esperaron a que siquiera se encendiera cuando ya todos estaban dormidos, incluso Yachi, Kiyoko y el entrenador Ukai. Al parecer se habían cansado muchísimo.
—______ -el profesor Takeda me hizo señas para que me acercara y así lo hice—. ¿Podrías ayudarme a ponerles sus cinturones?
—Claro, no tengo problema.
Pase por cada uno de los asientos de los chicos, todos iban revueltos, incluso los que siempre se sentaban juntos como Tsukishima y Yamaguchi; ambos estaban en diferentes lugares. Tsukishima estaba en el último asiento y como no, era el que iba mejor, con sus piernas estiradas hacia enfrente. Mientras que Yamaguchi se había sentado al lado de Yachi.
El rubio era el último por ponerle el cinturón de seguridad, al terminar de hacerlo, me di cuenta de que ni siquiera se había quitado sus lentes. Entonces al quitárselos, besé su nariz, pero me asusté cuando abrió los ojos.
—Puedes ser más delicada si vas a quitarme los lentes —antes de irme, me jaló hacia él y me sentó a su lado—. Siéntate aquí, no quiero que te vayas.
—No lo haré, me quedaré contigo —pasé sus lentes a mi mano izquierda para tomar su mano derecha—. Duerme un rato, no me iré de aquí.
Cerró los ojos casi al instante, su respiración se sentía tranquila y su cuerpo parecía relajado. Al verlo así, me convencí de que tenía que hablar con él y aclararle sus dudas.
Yo misma sabía que tenía miedo de volver a enamorarme, de que él me rechazara o de volver a salir lastimada. Yo no quería que él supiera eso, pero sabía que él me daba una paz inmensa, que no podía criticar mis defectos o el cómo era porque de verdad le gustaba seguir las provocaciones para poder provocarme a mí.
También sabía que solo me estaba ocultando, que mi corazón ya había sanado por completo, que solo era miedo lo que tenía, pero que podía empezar una relación si así lo quería él o que, si quería, no podíamos seguir conociendo para que no se sintiera presionado.
—¿Por qué no has tratado de dormir? —susurró el chico que estaba a mi lado.
—Es que aún no tengo sueño -susurré de la misma forma—. Además, estaba admirándote.
—Yo no estaba dormido, también estaba observándote —sonreí.
—Lo sé, soy bonita.
—Y enana —sonreí negando.
—Quizás tú eres el gigante —él también sonrió y nos quedamos unos minutos en silencio—. Quisiera que habláramos.
—Yo también quisiera lo mismo, ¿está bien si es después de los primeros partidos?
—De acuerdo —recargué mi cabeza en su brazo y me pegué un poco más a su cuerpo—. No te molestaré durante el viaje.
—No te preocupes por eso, sé que estas agotada.
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Bloqueo en el Amor//Tsukishima y tú.
FanfictionLlegar a una nueva ciudad con el corazón roto no es muy buena idea si lo piensas de manera objetiva, pero para ella fue la mejor decisión que pudo haber tomado. Empezar de nuevo donde nadie la conocía, no era del todo malo si te ponías en sus zapato...