Capítulo 8

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Durante los siguientes entrenamientos, me di cuenta de que Tsukishima sí le pidió un consejo al entrenador Ukai y eso significaba que empezaba a agarrarle el gusto al vóley y estaba segura de que eso iba a dar sus frutos tarde o temprano

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Durante los siguientes entrenamientos, me di cuenta de que Tsukishima sí le pidió un consejo al entrenador Ukai y eso significaba que empezaba a agarrarle el gusto al vóley y estaba segura de que eso iba a dar sus frutos tarde o temprano.

Los días habían pasado y el rubio no me había dicho que fuéramos a entrenar a la universidad de su hermano, solo me acompañaba a casa y eso era el único momento que teníamos para los dos, así que me acordé de que yo le debía un helado.

—Tsukishima —él hizo un sonido para que yo continuara—. ¿Quieres que vayamos por un helado mañana?

—Mañana iremos a Tokio, ¿no? —asentí— No creo que podamos ir.

—Yo creo que podemos ir antes de regresarnos —propuse—. Si vamos a la Preparatoria Nekoma, hay heladerías muy lindas por ahí.

—Bueno.

Con los días que llevábamos de relación, se me hacía un tanto difícil no cansarme porque yo quería derrochar miel con él, pero él simplemente era muy cortante. Yo estaba consciente de que Tsukishima no era el chico amoroso, pero a veces sí que lo deseaba.

—Te veo mañana, ¿sí? —asentí un poco triste— ¿Qué pasa? ¿Por qué tienes esa cara?

—Por nada, tú no te preocupes —sonreí y él me abrazó.

—Me preocupas más de lo que te imaginas —me susurró—. No quiero que pongas esa cara.

—Tsukki, no tienes que abrazarme sino quieres, yo de verdad entiendo —él me abrazó mucho más fuerte.

—Yo sé que es difícil, pero contigo me nace hacerlo.

—Yo lo sé —susurré de igual forma—. No te preocupes, de verdad.

—¿Segura?

—Segura —lo abracé con fuerza para que supiera que no estaba obligado a nada.

Me robó un besito antes de que se separara por completo y yo sonreí.

—Eres un cariñoso cuando quieres —dije negando.

—Tú eres la que me hace ser así.

—Claro, échale la culpa a esta pobra alma —él también se rio y se esperó a que entrara a mi casa.

—Tu novio es muy lindo —volteé rápido hacia mi mamá.

—¡Mamá! —grité sorprendida— ¿Desde cuándo estás aquí?

—Lo suficiente para ver a ese chico del que tanto nos has hablado —sonreí negando—. Puedo decirte que te quiere mucho, no como ese idiota.

—Ya, déjame, que todo se quede en el pasado —ella me daba la razón—. ¿Papá vendrá hoy a casa?

—Tiene inventario, así que llegará tarde, ¿quieres cenar?

—Sí, sobró comida de ayer —dije acomodando la mesa en lo que ella calentaba—. A veces me gustaría que todos los días fueran así.

Bloqueo en el Amor//Tsukishima y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora