Los días habían pasado volando, ya era el primer día del año, la Navidad y Año Nuevo la habíamos pasado muy bien con las familias de mis mejores amigos. Hasta la hermana de Kuroo me había hecho cierta burla por tener pareja.
—¿Segura que va a venir? —preguntó el pelinegro— Llevamos una hora esperándolo.
Y cuánta razón tenía, las personas salían y entraban de la estación, pero ninguna señal de Tsukishima.
—No seas desesperado, le dijo que iba a venir —Kenma estaba tanto en su juego como en la conversación—. Además, nosotros no estaremos con ellos, solo vinimos a dejarla.
—Y yo que quería pasar tiempo con Tsukki —el pelinegro parecía decepcionado.
Estaba moviendo mi pie, jugando con este cuando al voltear, pude ver a Kei parado, sonriéndome.
—Nos vemos, ______ —dijo Kenma, arrastrando a Kuroo a regañadientes.
Sonreí por verlo parado enfrente de mí y sonreí aún más al verlo con una sonrisa, para mí, él era lo mejor que me podía pasar. Lo quería tanto.
—Hola —saludé al verlo conmigo ahí.
Sacó unas flores detrás de él, eran hortensias, me las tendió, eran tan bonitas que no podía creer que se siguiera acordando de lo mucho que me gustaban.
— Creí que ya no vendrías —comenté porque realmente había tardado muchísimo.
—Es que tus flores favoritas son muy difíciles de conseguir en Miyagi — contestó y yo hice un gesto de pena, no pensé que hubiera tardado sólo para conseguirme esas bonitas flores.
Me acerqué a él e hice que se agachara para poder besarlo como agradecimiento. Además, habían pasado muchos días sin vernos, solo teníamos las llamadas y no se podía siempre porque eran fechas para pasar en familia, ninguno de los dos quería molestar al otro mientas convivíamos con nuestros seres queridos.
—Puedo acostumbrarme a traerte flores y después ser recompensado con besos – solté una visa porque no podía creer lo que decía—. Puede ser que ya me guste que me des afecto en público.
—Ya decía yo que estabas muy cariñoso eh —él también se rio y besó mi mejilla—. ¿Por qué te ríes?
—Sólo me da mucho gusto verte después de tantos días.
—A mí también me da gusto verte.
Después de ese comentario lo tomé de la mano para llevar lo al santuario que le había dicho y pedimos por lo más importante, todo en silencio, él parecía muy concentrado, ni siquiera se había dado cuenta de que lo estaba observando hasta que terminó de haces sus peticiones a los dioses. La verdad me agradaba que estuviera haciéndolo porque eso significaba que Akiteru y Yamaguchi tenían razón sobre cómo era.
—Puedo sentir que me observas, ya terminé, no te preocupes.
—Yo no dije nada, ni te estoy apresurando, tómate tu tiempo, por mí no hay problema, Kei.
ESTÁS LEYENDO
Bloqueo en el Amor//Tsukishima y tú.
Fiksi PenggemarLlegar a una nueva ciudad con el corazón roto no es muy buena idea si lo piensas de manera objetiva, pero para ella fue la mejor decisión que pudo haber tomado. Empezar de nuevo donde nadie la conocía, no era del todo malo si te ponías en sus zapato...