Capítulo 40

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El juicio de Laura Jones se llevó a cabo con rapidez. El tribunal del Winzengamot la declaró culpable y mentalmente inestable. Así que su varita fue confiscada y ella quedó recluida a un área de cuidado especial en la antigua Mansión Nott, porque sería demasiado peligroso dejarla internada en San Mungo dado que mostraba un odio visceral y una elevada agresividad y debía ser sedada con hechizos continuamente.

El padre y la hermana de Laura fueron unas de las primeras visitas que Hermione recibió durante su primera semana internada. Ambos fueron a disculparse y a contarles que, cuando la madre de Laura fue asesinada, estaban ellas dos solas en la casa, por lo que la niña de diez años había logrado huir por los pelos de los Mortífagos después de ver cómo asesinaban a su madre.

-Aunque nada justifica lo que Laura intentó hacerle, señorita Granger. – murmuró el señor Jones, bajando la vista.

Draco estaba al lado de Hermione, con una mano protectora sobre el hombro de ella y la otra sosteniendo con firmeza el mango de su varita en su bolsillo. Potter había colocado a dos Aurores afuera de la habitación. La hermana de Laura, Sophie, miraba a Draco con una expresión curiosa en el rostro, que él no lograba identificar, casi como si supiera que estaba preparado para atacar o defenderla si fuera necesario.

-Por si sirve de algo, lamento que haya sido mi padre el que causó todo ese sufrimiento a su familia. –dijo, mirando al hombre directamente a los ojos.

-¿Su padre? – preguntó el señor Jones.

-Sí, eso dijo Laura, y también leí los reportes del caso.

-Señor Malfoy, su padre dirigía a ese grupo en particular, pero no fue su padre el que asesinó a mi esposa. La pobre Laura estaba confundida, sus recuerdos se mezclaban por el trauma. Ciertamente, ella vio a Lucius Malfoy esa noche, pero él la dejó huir. Lo sé porque yo mismo lo vi, cuando llegó, ya mi esposa estaba muerta y dejó que Laura huyera conmigo. Sus palabras textuales fueron: ¨Al final, es solo una niña¨.

Draco tragó en seco y miró a Hermione.

-Ahora si nos disculpan, la dejaremos descansar, señorita. Una vez más, lo sentimos mucho.

-Gracias por venir a verme, señor Jones, sepa que pueden contar con nosotros para lo que necesiten en el futuro. Ustedes tampoco tienen la culpa de las decisiones de Laura. - dijo Hermione con una sonrisa.

Cuando se fueron, se recostó entre las suaves sábanas.

-¿Cuándo vas a traer a Caelum? Necesito ver a mi hijo.

-Tranquila, preciosa. Harry y Ginny lo traerán esta tarde.

-¿Crees que deberíamos ir a ver a tus padres en el futuro? – preguntó.

-Lo haremos más adelante, cuando estés completamente repuesta. No te preocupes por eso ahora. ¿Quieres saber lo que va a pasar con Clearweather? – respondió Draco, sentándose a su lado.

Hermione asintió.

-Bien, el Ministro quedó en shock por los acontecimientos, según las palabras de Potter, que sabes que es un poco dado al teatro. – Hermione sonrió, dándole un ligero golpe en el brazo. – Pues tu jefe se retira este mismo viernes de manera anticipada y han decidido colocar como sustituto temporal en el cargo a este servidor.

Ella abrió los ojos y la boca, sorprendida.

-Antes que digas nada más, es solo hasta que tú, mi querida y futura esposa, puedas ocupar el puesto que te corresponde. Le pedí a Potter un cargo más tranquilo, lejos de las misiones de campo, porque deseo estar junto a nuestra familia. – continuó Draco.

-No recuerdo que me hayas pedido matrimonio en ningún momento, Malfoy, y ya asumes que te diré que sí. Es algo pretencioso de tu parte. – respondió ella.

Segunda Oportunidad (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora