Capítulo 20

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Draco se sorprendió un poco al ver a Luna y Rolf Scamander en la recepción del pequeño hotel, esperándolos. Después recordó que Hermione les había escrito y se alegró por ello. Necesitaba comprobar si tenían alguna información disponible sobre las cuevas donde estaban escondidos los hombres lobo. Debían evitar cualquier posible sorpresa, más allá del hecho de que estaban a ciegas y no tenían apoyo de los Aurores locales. Llegados a ese punto, era mejor no confiar en nadie más para la misión.

Observó por el rabillo del ojo como Theo enrojecía casi imperceptiblemente al ver a Luna. Aunque mantenía su expresión neutra, Draco lo conocía hacía demasiado tiempo. Sin embargo, también percibió la manera soñadora en que la miraba Rolf Scamander. Evidentemente, su amigo no la tendría fácil en el camino hacia el corazón de esa bruja.

Inevitablemente pensó en Hermione, necesitaba verla y sentirla, estaba desarrollando una dependencia brutal hacia ella y eso lo asustaba. Si la misión salía bien, podría plantearse un futuro diferente a lo que había previsto para sí mismo; si no, estaría aún más lleno de mierda, como decía Nott. Sacudió imperceptiblemente la cabeza para despejarse, centrándose una vez más en lo que tenían por delante.

Los cuatro se dirigieron al restaurante para cenar. Luna le había asegurado que Hermione estaba en su habitación y que le habían hecho llegar la cena directamente.

-Debemos subir con Theo para hablar con más tranquilidad – dijo, cuando todos los platos estaban vacíos.

En la habitación, colocaron varios hechizos de protección y para silenciar la estancia. Theo sacó un mapa que Blaise había traído del Ministerio y señalaron aproximadamente el lugar donde se localizaban las cuevas.

-Necesitamos saber si hay otras salidas en ese lugar. No queremos ninguna sorpresa – murmuró Draco.

-Exploramos esa zona hace varios meses, y no encontramos nada relevante, los pasajes son sinuosos, pero no muy largos. Tampoco vimos más salidas que la que ustedes describieron – afirmó Rolf, colocando un dedo en su barbilla y haciendo memoria.

-Esas cuevas están bien escondidas entre la vegetación, es un buen lugar para esconderse. Sin embargo, es curioso, ¿cómo están consiguiendo comida para los rehenes? La aldea de los hombres lobo está bastante desprovista de alimento. – preguntó Luna, manteniendo su aire soñador, con la mirada perdida.

-Tienen ayuda del exterior – respondió Theo. – Quienquiera que los esté ayudando, tiene un objetivo mayor que sólo secuestrar y matar estudiantes de Castelobruxo.

-Hermione tiene una teoría – susurró Luna. – Ella es brillante. Seguro te la cuenta esta noche Draco, cuando estén en su habitación. Estoy segura que ella también espantará a los Torposoplos que revolotean a tu alrededor.

Las orejas de Draco se colorearon ligeramente. Luna necesitaba algunos filtros sociales con urgencia. Rolf lo miró con curiosidad y Theo sonrió con malicia.

-¿Ustedes se quedarán aquí esta noche? – preguntó Draco, para romper la tensión.

-Sí. Rolf ha separado una habitación – respondió Luna. Theo la miró, pálido. ¿Acaso ella estaba en una relación con el magizoólogo? – Le pedí que no reservara ninguna para mí – continuó, y miró a Nott. – Pensé que podría dormir contigo, Theodore, y de paso, quizás podemos hablar.

Rolf tosió ruidosamente y Draco supo, que era el momento de abandonar la habitación.

Salió, despidiéndose con un gesto y agradeciéndole a ambos, antes de que el ambiente en la estancia se enrareciera aún más. Esa bruja estaba loca, no sabía si Theo podría lidiar con ella, pero pensándolo bien, Hermione tenía lo suyo y él no era nadie para juzgar.

Segunda Oportunidad (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora