Capítulo 28

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A la mañana siguiente, un leve manchado entre sus piernas le anunció a Hermione que su período era inminente. Colocó un hechizo en su ropa interior al vestirse y esperó no necesitar una poción para el dolor. Esa noche había dormido en casa de Draco, aunque regresaron muy temprano a su apartamento, donde Muffly se había quedado con Caelum. Ambos, tanto el niño como el elfo doméstico, los recibieron con sendas sonrisas.

Habían decidido incorporarse al trabajo con normalidad ese mismo día. Draco estaba impecablemente vestido con su túnica de Auror que, a ojos de Hermione, le quedaba como un guante. Ella pasó a vestirse a su habitación, seleccionando un conjunto rojo vino elegante y profesional.

Muffly cuidaría de Caelum, y ese día permanecerían en el apartamento de ella, donde el bebé tenía la habitación disponible y arreglada, que habían preparado Draco y el elfo el día anterior, mientras ella dormía. Tomaron una poción para aliviar el jet lag y comieron un suculento desayuno que estaba listo para ellos.

Ese día, Hermione debía pasar a recoger a Crookshanks y hablar con sus padres. También quería ver a Ginny y contarle las novedades, aunque dada la cantidad de cosas de James que había visto en el cuarto de Caelum, Harry debía haberle dicho algo.

Sospechaba que su jefe querría un reporte a primera hora, aunque esperaba poder salir temprano de la oficina. Teniendo un bebé que cuidar, no podría llegar tarde, y tampoco Draco. Aún no habían tenido la oportunidad de revisar sus horarios, pero lo harían lo antes posible, sin dudar. ¡Tenía una relación y un bebé! Hermione se miró en el espejo, analizando su reflejo. ¿En serio solo habían pasado tres semanas desde la cena de aniversario por la Batalla de Hogwarts? Parecía mucho más tiempo, teniendo en cuenta que sabía, sin lugar a dudas, que amaba a Draco. Sin embargo, podía percibir que él no parecía estar en su misma página, y debía darle tiempo. Al fin de cuentas, le había pedido que fuera la madre de su hijo, eso debía contar para algo.

Colocó un hechizo fijador a su maquillaje antes de salir para sostener en brazos y darle un beso apretado a Caelum, que se aferró a ella y hundió su rostro en el hueco de su cuello.

-Mamá regresará temprano, precioso. - le dijo, repartiéndole besos en ambas mejillas y provocando una carcajada en el pequeño. Draco se aproximó a ambos, acariciando los rizos color miel con suavidad, antes de darle un beso en la frente al bebé.

-Papá también regresará temprano. No seas un pequeño demonio con Muffly. - le dijo, tomándolo de los brazos de Hermione y dejándolo de pie sobre el suelo, donde el elfo lo esperaba para tomarlo de la mano.

-Despídase de mamá y papá, amito. - indicó Muffly haciendo un gesto con la mano para que Caelum lo imitara, quien comenzó a hacer un leve puchero al ver a Hermione y Draco alejándose en dirección a la chimenea.

-No puedo verlo llorar, Draco - susurró Hermione.

-Tranquila, no llorará, nuestro hijo es fuerte. - respondió él, lanzando un hechizo en dirección al niño, que se vio rodeado de varios arcoíris y nubes blancas en miniatura, que lo hicieron sonreír.

***

Cuando llegaron al atrio del Ministerio a través de la red Flu, luego de sacudirse el polvo de las ropas, Hermione miró a Draco anhelante, mientras él le extendió una mano, que ella tomó entrelazando los dedos de ambos y caminando, a paso seguro, hacia los ascensores.

Diversos murmullos los seguían, cuando los trabajadores del Ministerio notaban a esa nueva, y nada esperada, pareja. Haciendo oídos sordos e ignorando las miradas, llegaron al piso donde se encontraba la oficina de Hermione. Draco la acompañó hasta la puerta y saludó a la secretaria, Laura Jones, que ya ocupaba su puesto y los miraba a ambos ligeramente pálida producto del asombro.

Segunda Oportunidad (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora