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Capítulo 30

30. Misión compras.

Hazel

Mañana es el cumpleaños de Noah, y no se que puedo darle. Así que he decidido algo de último segundo.

¡Misión compras!

—Espero que nos compres helado. —comenta mi acompañante, la agente naranjo. (Cloe)

—Si, además yo quiero otra cosa por mi silencio. —agrega el agente Jackie.

Si, vine con Cloe y Jackson a comprar. A Jackie lo traje para que me ayudara y a Cloe, no se, se colo.

—Bien, ¿Que le gusta a Noah? —pregunta Jackie de la nada mientras caminamos en una dirección desconocida.

—No se, por eso te traje.

—Que mala novia. —responde mi hermana.

—No es mi novia. —respondo mientras observo todas las tiendas que hay por aquí.

Este mall es bastante grande, así que puedo encontrar cualquier cosa que se me ocurra.

—Comprale un consolador, así lo ocupan las dos. —Cloe comenta de la nada y Jack se caga de la risa.

—Si no me van a ayudar no les compro nada.

Los dos se paran de reír al instante.

La única razón por la que están aquí es porque les prometí un helado.

—Ahora si, de verdad. ¿Que le puedo dar a Noah? —pregunto mientras los observo.

Da mucha risa, porque Jackie es mucho más bajito que Cloe, entonces se ven graciosos.

—A Noah, pues... no se, no suele decir que quiere cosas, normalmente suele comprársela ella misma. —responde Jackie mientras se mete las manos en los bolsillos.

—Regalale algo bonito. —agrega Cloe.

—En eso estaba pensando, pero tampoco quiero ser tan cursi. La cursi de la relación es Noah.

—Noah es muy cursi. —comenta Jackson—De repente tu le estas hablando normal y luego te dice la frase más cursi que te puedes imaginar.

—Así me gusta ella, toda cursi y romántica.

—Te encanta mi hermana. —sonríe.

—Ni para que negarlo. —le devuelvo la sonrisa.

Hoy en la mañana, cuando intenté de convencer a Jackson de que me acompañara, le dije que me gustaba Noah, su cara de felicidad era indescriptible.

Estaba más feliz que Noah.

Se nota que la quiere mucho, que bonito.

—Ya, pero ayúdame de verdad.

—Bien, a Noah le gusta el fútbol, los videojuegos y zapatos.

—Pero le quiero regalar algo lindo.

—¡Pero si recién dijiste que no querías ser cursi! —interrumpe mi hermana con su cara de culo. Ella es bien pesada.

—No te estoy hablando a ti. —respondo. Ella gira los ojos.

—Ya callense las dos. —interrumpe Jackson—Mi hermana no es muy materialista, pero yo se que le puede gustar.

—¿Que cosa? —pregunto con esperanzas.