Capitulo 44

5.5K 350 239
                                    

44. Estamos destinadas a perder

Hazel

Me despierto a las cinco de la mañana, aunque no me desperté, porque no dormí nada, más bien me levante de la cama.

Miro todo el desastre que hay. Vidrios rotos, pinturas derramadas, ropa rota y también mi perfume favorito esta roto en el piso.

Miro mi antebrazo, ahora con un corte. Me duele la herida, si. Aunque me sirvió.

Camino hasta mi closet y saco mis cosas. Ayer no fui a clases, y poco me importa, pero hoy no puedo faltar. Por lo que vi Cloe tampoco fue.

El dolor de cabeza que tengo es insoportable, supongo que es por haber estado toda la maldita noche llorando.

Me llevo el uniforme hasta mi baño y me meto al agua. Me ducho con agua tan caliente que hasta me quemo un poco la piel. Salgo y me visto.

Me miro en el espejo. Tengo las tremendas ojeras y la cara hinchada de tanto llorar. Me pongo un poco de maquillaje para disimular mi mal aspecto

Cuando termino de maquillarme salgo del baño y me siento en mi cama y me quedo mirando a la nada, hasta que son las seis y media y ya es hora de irnos.

Bajo las escaleras a toda velocidad, para no tener que verlo a el y me voy hasta el auto. Espero ahí a Cloe, que llega unos cinco minutos después.

—Hola —saluda—. No tomaste desayuno.

—Es que no tengo hambre. —susurro mirando la ventana.

—Okey...

Ella me observa de pies a cabeza. Se que esta preocupada, ella sabe como es Andreus.

—Si pasa algo, yo siempre voy a estar de tu lado, ¿bien? —me dedica una sonrisa cálida.

—Gracias, Cloe, pero no quiero que te metas en problemas por mi culpa.

—No me importa. Tu ya te metiste en muchos problemas por mi y...

—No —la interrumpo—Es mi problema, yo lo arreglo.

—Bien... aunque siempre voy a estar para ti, que te quede claro.

—Bueno, gracias...

Me coloco mis audífonos con el volumen casi al máximo por todo el camino.

Algún día de estos me voy a quedar sorda.

—Haz, Haz. —Theo saluda con una sonrisa cuando llego al colegio. —¿Me pasas la tarea?

—¿Que tarea?

—La de lenguaje. Saúl no la hizo y no entiendo la letra de Noah.

—Yo tampoco la hice. —susurro con desánimo. La verdad es que no tengo ganas de nada.

Solo quiero ver a Noah, quiero que todo sea como antes.

Camino con Theo hasta la sala de lenguaje y me siento en nuestros puestos de siempre. Saúl esta viendo su teléfono y Noah también, aunque ella esta jugando Brawl Stars.

Me siento a su lado y la observo, detallo cara. Sus ojos cafés, su piel blanca, su pelo negro que le llega gasta la mitad de la espalda, su nariz respingada, sus pestañas largas, su mandíbula bien marcada y sus labios carnosos.

Es realmente hermosa. No quiero perderla.

—Hola, tonta. —saluda Noah sin despegar la vista de la pantalla.

Estamos destinadas a perder | Estamos destinadas a ganar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora